viernes, 29 de junio de 2012

Pasión de Multitudes


Un profético (y por profético actual) texto de Joseph Lortz.

Debemos hacer una advertencia con el fin de evitar malentendidos como sería confundir los éxitos exteriores con la vida interior; màs aun, de creer que el programa constituye ya la soluciòn de los problemas. La brillante organizaciòn de la Iglesia a partir del siglo XIX ha dado excelentes frutos en muchos países. Pero no deben confundirse esos frutos con las grandes reuniones catòlicas y los congresos eucarísticos, ni menos pueden considerarse asegurados por ellos. Tales actos son tambièn  expresiòn de la vida interior existente, pero deben constituir ante todo un estímulo para empresas de mayor envergadura. Si no consiguen esto, su brillante fachada puede encerrar grandes peligros. La frecuencia y la claridad con que nos han tenido que prevenir el papa y los obispos contra el amenazador espíritu del tiempo es signo evidente de que la vida catòlica no ha alcanzado ni mucho menos la altura que correspondería al magnífico programa expuesto por la jerarquía. Surge entonces con enorme evidencia el gran problema; hasta que punto la pertenencia exterior a la vida organizada, al vivir político-eclesiàstico del catolicismo, se identifica con la convicciòn interior, con la vida de la fe, especialmente entre las clases cultas. La unidad del credo y de la acciòn trajo en otro tiempo el triunfo del cristianismo. Realizar hoy esa misma unidad vuelve a constituir nuestro destino. El peligro del subjetivimo, que se presenta en forma de conciencia soberana, no vinculada a la fe ni integrada en la Iglesia, es inmensamente màs grande aun en nuestras propias filas.  (Historia de la Iglesia II, 451)