jueves, 31 de marzo de 2011

Frases

"Los errores en los escritos teológicos, desde el modernismo para acá, están muchas veces, más en lo que se silencia que en lo que se dice. Por eso, la heterodoxia se ha hecho actualmente sutil y casi inasible por el solo análisis de los textos." Dangers dans le Catholicisme d´Aujourd d'hui, 1959, París, 121.

Porque toda verdad viene del Espíritu Santo, aunque la diga un demonio. 

lunes, 28 de marzo de 2011

La única fuente



El domingo pasado escuchamos el encuentro de Cristo con la Samaritana, donde Nuestro Señor revela ser la única fuente que sacia la sed del hombre. Aquí dejo un texto de San Ambrosio, del libro "De fuga saeculi", que bien le serviría de comentario. 

Así, pues, ya que Dios es refugio y ya que Dios está en lo más alto de los cielos, hay que huir de aquí abajo hacia allá arriba, donde se halla la paz y el descanso de nuestras fatigas, donde podemos festejar el gran reposo sabático, como dijo Moisés: El reposo sabático de la tierra será para vosotros ocasión de festín. Descansar en Dios y contemplar su felicidad es, en efecto, algo digno de ser celebrado, algo lleno de felicidad y de tranquilidad. Huyamos, como ciervos, a la fuente de las aguas; que nuestra alma experimente aquella misma sed del salmista. ¿De qué fuente se trata? Escucha su respuesta: En ti está la fuente viva. Digámosle a esta fuente: ¿Cuándo entraré a ver el rostro de Dios? Pues la fuente es el mismo Dios.
Donde está el corazón del hombre, allí está también su tesoro; pues Dios no acostumbra a negar la dádiva buena a los que se la piden. Por eso, porque Dios es bueno y porque es bueno sobre todo para los que esperan en él, adhirámonos a él, unámonos a él con toda el alma, con todo el corazón, con todas nuestras fuerzas, para estar así en su luz y ver su gloria y gozar del don de los deleites celestiales; elevemos nuestro corazón y permanezcamos y vivamos adheridos a este bien que supera todo lo que podamos pensar o imaginar y que confiere una paz y tranquilidad perpetuas, esta paz que está por encima de toda aspiración de nuestra mente.

Éste es el bien que todo lo penetra, y todos en él vivimos y de él dependemos; nada hay que esté por encima de él, porque es divino; sólo Dios es bueno, por tanto, todo lo que es bueno es divino y todo lo que es divino es bueno; por esto dice el salmo: Abres tú la mano, y sacias de favores a todo viviente; de la bondad divina, en efecto, nos vienen todos los bienes, sin mezcla de mal alguno.

Estos bienes los promete la Escritura a los fieles, cuando dice: Lo sabroso de la tierra comeréis. Hemos muerto con Cristo, llevamos en nuestros cuerpos la muerte de Cristo, para que también la vida de Cristo se manifieste en nosotros. Por consiguiente, no vivimos ya nuestra propia vida, sino la vida de Cristo, vida de inocencia, de castidad, de sinceridad y de todas las virtudes. Puesto que hemos resucitado con Cristo, vivamos con él, subamos con él, para que la serpiente no encuentre en la tierra nuestro talón para morderlo.

Huyamos de aquí. Puedes huir en espíritu, aunque te quedes con el cuerpo; puedes permanecer aquí y al mismo tiempo estar con el Señor, si a él está adherida tu alma, si tu pensamiento está fijo en él, si sigues sus caminos guiado por la fe y no por la visión, si te refugias en él, ya que él es refugio y fortaleza, como dice el salmista: A ti, Señor, me acojo: no quede yo nunca defraudado.

sábado, 26 de marzo de 2011

El concilio Vaticano II según Joseph Ratzinger (II)


Seguimos con el artículo del cardenal Joseph Ratzinger en el que analiza los cambios culturales que se produjeron durante el desarrollo del concilio. 
"El Vaticano II había comenzado en este clima optimista de la reconciliación finalmente posible entre la modernidad y la fe; la voluntad de reforma de los padres conciliares estaba plasmada. Pero ya durante el concilio este contexto social comenzó a mutar. La época moderna no se mantuvo en la situación específica de los años de post-guerra. El año 1968 fue la señal del giro que se estaba produciendo: el mundo nuevo y el hombre nuevo debían ser generados por las fuerzas propias de la razón y de la potencia humana.  Los sucesos de 1968 significaron de alguna forma una revuelta de la modernidad contra si misma: justamente la sociedad liberal, organizada en modo democrático y burgués, aparecía ahora como la cárcel del sin sentido y del vacío, que debía ser destruida para encontrar la libertad verdadera, absoluta y la vida plena. 
La reconciliación entre la modernidad y la fe, que de alguna manera había sido uno de las ideas conductoras del Vaticano II, era de esta manera puesta en discusión en forma concreta. Aquella modernidad, con la cual se había comenzado a reconciliar, ahora debía dejar de existir. La revolución iniciada se volvía contra ella misma para realizar la verdadera novedad, el progreso definitivo. Este drama eclipsó necesariamente la recepción del concilio y generó las conocidas posiciones contrapuestas. Quien no había pensado a una reforma en forma decidida a partir del contenido de la fe y de sus criterios, pensaba también ahora que no podía quedar detrás respecto de lo nuevo y podía fácilmente extraviarse. Pero también estaban los otros que ahora declaraban equivocado todo el planteamiento mismo del concilio y en la resistencia contra esto creían ver la salvación. Guiar la navegación entre Escila y Caribdis fue la difícil tarea que le toco a Pablo VI. En un esfuerzo sobrehumano él lucho por ser fiel a la vitalidad y al dinamismo interior de la fe subrayado por el concilio: la fe no es nunca una formula congelada del pasado, sino que significa siempre el verdadero progreso. Ella va al encuentro de Cristo que no es solo el Alfa sino también el Omega de la historia. ¨Las obras de Cristo no van nunca hacia atrás, sino hacía adelante" dijo una vez San Buenaventura. La fe es siempre la auténtica novedad y tiene algo que decir en cada tiempo, y en cada época puede hablar su lenguaje. El milagro de Pentecostés no implica solo la posibilidad sincrónica de muchos idiomas y culturas de un periodo,  sino que también implica el milagro diacrónico, la fuerza de hablar en el lenguaje de cada presente y futuro. Pero en este desarrollo viviente queda siempre la única fe, el único Señor. Por esto, el Papa consideró como su tarea aquella de defender e iluminar esta entidad de la fe, en lugar de disolver el mensaje en un simple contrapunto o repetición de ideologías que vienen y que van. En la confusión de las dictaduras esta había dado buena prueba de si misma por  no dejarse corromper: se debe obedecer a Dios antes que a los hombres. Si muchos clasifican al pontificado del Papa Montini como contradictorio, como dialéctica irresuelta entre progreso y tradición, estos no se dan cuenta que lo que más lo caracteriza es esta unidad interior de su acción, que proviene de la inmutabilidad y del dinamismo del amor a Cristo."

viernes, 25 de marzo de 2011

Solemnidad de la Anunciación


"Ecce Virgo concipiet" de William Byrd por Stile Antico. 

Antífona a la Comunión.

Ecce Virgo concípiet
et páriet Fílium,
et vocábitur nomen eius Emmánuel. (Is. 7,14)





He aquí que la virgen concebirá 
y dará a luz un hijo
y le pondrá de nombre Emmanuel.




jueves, 24 de marzo de 2011

El Concilio Vaticano II según Joseph Ratzinger





En los post anteriores hemos hablado del conflicto lefebvriano. La interpretación que hagamos de este, tiene mucho que ver con la interpretación que hagamos del Concilio Vaticano II. No solo de los documentos, sino también del evento conciliar en si, como hecho histórico y social. Para ayudar al debate dejo la traducción (no oficial) de un texto del Cardenal Joseph Ratzinger del año 1995 que fue publicado con las actas de un convenio sobre la "Humanae vitae" del 2008. Al ser el fragmento demasiado extenso, lo haré en dos partes.
"Con la convocación y la apertura del concilio Vaticano II, Juan XXIII había dejado como legado a su sucesor Pablo VI la tarea de una reforma general de la Iglesia. Cuando el concilio tuvo inicio, la fase de la reconstrucción post bélica había llegado a su fin. La destrucción que la dictadura anticristiana de Hitler había dejado, hablaba con un lenguaje elocuente. Era necesario imprimir una nueva orientación a los fundamentos cristianos de Europa y generar una voluntad común de despertar, una nueva vida en un continente atormentado y desmembrado. En la necesidad de esta hora había nacido un acuerdo en el pensamiento y en la acción. Este se diluyo en el momento en que fue completado lo esencial de la obra de reconstrucción. El esfuerzo de renovación de la Iglesia no puede ser comprendido prescindiendo de este contexto social y de sus cambios. En la primera fase post bélica la Iglesia aparecía como el baluarte de la humanidad en la conciencia de aquellos que habían experimentado el dominio de la deshumanidad. Era la realidad segura que había tenido y había dado buena prueba de si misma. Por esto, ella podía salir del lugar de aislamiento en el cual fue puesta en el siglo diecinueve: el liberalismo, las ideas que habían inspirado los estados nacionales no estaban, o al menos así parecía, en contradicción con la Iglesia. El espíritu de la modernidad y la Iglesia no se veían mas con hostilidad, sino que caminaban uno hacia el encuentro del otro."

miércoles, 23 de marzo de 2011

Los filo-lefebvrianos, el Padre Iraburu y algunas preguntas (II)



Siguiendo el post pasado:

c) Pareciera que debemos hacer un acto de fe para entender la posición lefebvrista. Este acto consistiría en aceptar que "todo acto de Mons. Lefebvre tuvo una intención inmaculada". Es mas, una intención tan pura que los actos objetivamente malos que puede haber hecho, por su inmaculada intención se transforman en (casi) buenos. En cambio los actos de Juan Pablo II y de la curia romana fueron de una intención plenamente mala. Es más de una maldad tal, que aún la simple aplicación del Código de Derecho Canónico no tuvo otra intención que destruir a Monseñor Lefebvre, su obra y la tradición.

d) Un argumento esgrimido por aquellos que defienden las ordenaciones episcopales de la FSSPX es el del miedo. Según estos, Lefebvre fue preso de un miedo invencible. Se sabía enfermo, por lo tanto que el tiempo estaba jugando en su contra. Al estar la FSSPX aislada, existía la posibilidad de que no encontraran un obispo que ordenara a los futuros sacerdotes. En este sentido, ordenar 3 obispos tan jóvenes (30, 31, 43 y 48 años) tenía como fin solucionar este problema, liberando a la FSSPX de futuros conflictos. Por un buen tiempo no serían necesarias futuras ordenaciones episcopales. La pregunta es ¿no es esta una forma de pensar humana, pero no la de un hombre de fe? ¿Si Lefebvre pensaba que su obra era de Dios, no tenía que pensar que Dios encontraría otras formas de seguir adelante? ¿No muestra esto una falta de confianza en la Iglesia de Dios? (Pienso en las palabras que escuchó San Francisco cuando cerca de su muerte se preocupaba por el futuro de la orden "¿Acaso tu obra, no es mi obra'").
Por otra parte ¿era esta apreciación de Lefebvre objetiva? ¿En verdad no había nadie ni en la curia romana, ni en el colegio episcopal que le fuera aliado? 

Nota: En algún blog de ortodoxa doctrina explican que el hecho de que Monseñor Lefebvre no haya dado misión canónica a los obispos ordenados era signo de no querer incurrir en el cisma. Sin embargo, según el CDC no incurre en el cisma aquel que da una misión canónica, sino aquel que no se sujeta al Romano Pontífice o el que rechaza la comunión de los miembros de la Iglesia sometidos a él. Es claro que el hecho mismo de desobedecer una orden basta como prueba para no aceptar la sujeción. Sobre todo cuando el acto de desobediencia es de una materia grave como es la ordenación episcopal. La comparación con Monseñor Slipyj no tiene sentido, por la simple razón de que no había una orden en contrario como si la había con Monseñor Lefebvre. 

martes, 22 de marzo de 2011

Interregno explicativo



Ayer nos pedían algunas explicaciones sobre el debate entre el P.Iraburu y los llamados filo-lefebvristas. No es tarea fácil. El P.Iraburu ha publicado en los últimos días tres post (y estamos a la espera de un cuarto) sobre un grupo denominado por él filo-lefebvrismo. Son estos católicos, en plena comunión con la Iglesia que comparten en alguna medida puntos de vista de la FSSPX. No todo aquel que comparte algún punto de vista es filo-lefebvriano. Hay tres temas, a nuestro parecer, donde las coincidencias son mas sensibles.
a) El debate sobre la excomunión de Monseñor Lefebvre por la consagración de 4 obispos sin mandato pontificio.
b) La reforma litúrgica y la Misa Novus Ordo.
c) El rechazo del CVII (ya sea total o parcial). 
La posición del P.Iraburu es que este grupo, al compartir estos puntos con los lefebvrianos, no ayuda a la reincorporación a la Iglesia, sino que la retrasa, ya que da motivos a los lefebvrianos de fortalecerse en sus posiciones. 
A esto, desde diversos blogs, han respondido al P.Iraburu. En general muestran algún aprecio por la persona del sacerdote navarro. Sin embargo critican el oportunismo de los artículos. Ya que al estar el proceso de negociación entre el Vaticano y la FSSPX consideran que esto tiende a debilitar la posición de la segunda. Hay otros, adeptos a teorías conspirativas que ven en los artículos del P.Iraburu el juego de los grupos neocons. Así denominan estos a algunos movimientos eclesiales, formados en el siglo XX (Opus Dei, Legionarios, Camino Neocatecumenal, etc), a los que acusan de oficialismo (esto es defender las posiciones del vaticano para recibir beneficios, dejando de lado la tradición), una ortodoxia excesivamente centrada sobre la moral y una inadecuada formación litúrgica. Para los que realizan estas acusaciones, los grupos neocons han tratado de hacer naufragar las negociaciones entre el Vaticano y la FSSPX para la plena reincorporación los desplazaría de lugar de ser los garantes de la ortodoxia.  
Espero que esta explicación haya sido de ayuda. 

lunes, 21 de marzo de 2011

Los filo-lefebvrianos, el Padre Iraburu y algunas preguntas (I)


Los últimos artículos del P.Iraburu publicados en Infocatólica, han generado una fuerte reacción en el propio blog y en otros al punto de generar una verdadera guerra cibernética entre los llamados neocons y los llamados filo-lefebvristas. Algunas de estas disputas fueron recogidas por el P.Iraburu en su tercer post.  Quien esto escribe a participado en alguna de ellas. Uno de los comentarios hechos fue censurado por el moderador del blog sin ninguna justificación. Este espacio propio me da la posibilidad de desarrollar algunas de las preguntas que tengo sobre el tema. Para no cansar a nadie también yo lo haré por capítulos.
a) Se critica al P.Iraburu por llamar a un grupo católico filo-lefebvrista. Se lo acusa de pedir sanciones para ellos, de querer anatematizarlos. Incluso de querer separarlos de la Iglesia. Es claro que para el P.Iraburu los filo-lefebvristas son  católicos plenamente unidos. Por eso los llama filo-lefebvristas y no lefebvristas. Mi pregunta es como como se explica que si el P.Iraburu tiene tanta aversión hacia los lefebvristas diga 
"los seguidores de Lefebvre confiesan con nosotros esa «una sola fe» de la Iglesia, y por eso les tenemos estima, y denunciamos todo intento de demonizarlos, pues queremos favorecer su total reincorporación a la Iglesia."
 ¿No es una reacción exagerada la de los filo-lefebvrianos? ¿No da a entender el P.Iraburu que también él puede compartir parte de las críticas que hacen los lefebvristas pero que esto no debe ocultar los errores que hubo en la acción de Monseñor Lefebvre?

b) Es llamativa ciertas formas de razonar de aquellos que defienden las acciones de Lefebvre. Rechazan los argumentos de autoridad, como el motu propio del Papa aplicando el Código de Derecho Canónico y la de la inmensa mayoría de canonistas. En cambio, si aceptan como argumento de autoridad las declaraciones de un cardenal (el cual, de todas formas siempre ha dicho que las excomuniones son desde el punto de vista jurídico incuestionables) o la tesis doctoral de un sacerdote (que no tiene como tema principal las excomuniones). Es cierto que la verdad no depende de la autoridad ni de la mayoría. Pero ¿son en realidad mejores los argumentos de los lefebvrianos que los argumentos de aquellos que sostuvieron las excomuniones? 
(continuará)

sábado, 19 de marzo de 2011

Solemnidad de San José



La música propuesta son las Letanías de San José de Heinrich Ignaz Franz von Biber (1644-1704), uno de los mas grandes músicos del barroco medio, anterior a Mozart en la corte de Salzburgo.  El texto que proponemos es aquel en el cual Santa Teresa el motivo de su devoción a San José. Buena Fiesta.

Comencé a hacer devociones de misas y cosas muy aprobadas de oraciones, que nunca fui amiga de otras devociones que hacen algunas personas, en especial mujeres, con ceremonias que yo no podía sufrir y a ellas les hacía devoción; después se ha dado a entender no convenían, que eran supersticiosas. Y tomé por abogado y señor al gloriosoSan José y encomendéme mucho a él. Vi claro que así de esta necesidad como de otras mayores de honra y pérdida de alma este padre y señor mío me sacó con más bien que yo le sabía pedir. No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer. Es cosa que espanta las grandes mercedes que me ha hecho Dios por medio de este bienaventurado Santo, de los peligros que me ha librado, así de cuerpo como de alma; que a otros santos parece les dio el Señor gracia para socorrer en una necesidad, a este glorioso Santo tengo experiencia que socorre en todas y que quiere el Señor darnos a entender que así como le fue sujeto en la tierra -que como tenía el nombre de padre, siendo ayo, le podía mandar-, así en el cielo hace cuanto le pide.
Esto han visto otras algunas personas, a quien yo decía se encomendasen a él, también por experiencia; y aun hay muchas que le son devotas de nuevo, experimentando esta verdad.
(Libro de la vida, Santa Teresa de Ávila, c 6,6)

viernes, 18 de marzo de 2011

Lectura espiritual para la Cuaresma


Abba Juan Colobos dijo: "Yo prefiero  que el hombre tenga una parte de todas las virtudes. Adquiere pues, cada día, un poco más de cada virtud, según el mandamiento de Dios, sin descanso, con temor y longanimidad, en el amor de Dios, con todo el ardo del alma y del cuerpo, con mucha humildad para con las aflicciones del corazón, con vigilancia, orando mucho, respetuosamente y con gemidos, en la pureza de tu lengua y la protección de tus ojos, sin cólera ante el menosprecio, pacífico, jamás devolviendo mal por mal. No prestes atención a las faltas ajenas; mide más bien las tuyas, tú, que estás por debajo de toda criatura. Vive en el renunciamiento de la materia y de la carne, en la cruz, en el combate,  en la pobreza de espíritu, en la voluntad y en la ascesis espiritual; en el ayuno, en la penitencia y en las lágrimas, en el combate,  en el discernimiento, en la pureza del alma. Cumple tu trabajo en el recogimiento. Persiste en las vigilias nocturnas, en el hambre, en la sed, en el frio, en la desnudez y en las penas. Cierra tu sepulcro, cual si ya estuvieras muerto, dado que tu muerte se acercará en cualquier momento."

jueves, 17 de marzo de 2011

Pastor que con tus silbos amorosos




Pastor que con tus silbos amorosos
me despertaste del profundo sueño;
Tú, que hiciste cayado de ese leño
en que tiendes los brazos poderosos,


vuelve los ojos a mi fe piadosos,
pues te confieso por mi amor y dueño
y la palabra de seguirte empeño
tus dulces silbos y tus pies hermosos.


Oye, pastor, pues por amores mueres,
no te espante el rigor de mis pecados,
pues tan amigo de rendidos eres.


Espera, pues, y escucha mis cuidados;
¿pero cómo te digo que me esperes,
si estás, para esperar, los pies clavados?


Lope de Vega (1562-1635)

Soneto del gran Lope de Vega, que es Himno de Laudes los Jueves de Cuaresma.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Los Signos de los Tiempos


Los sucesos que están sacudiendo a Japón y al mundo entero han hecho que en los distintos medios de comunicación se vuelva a hablar del fin del mundo. El comisario Europeo de Energía Atómica, Günther Oettinger, ha dicho que la palabra "apocalipsis" parece adecuada. Es claro que en las universidades de Física e Ingeniería Atómica no estudian griego. Si lo hicieran sabrían que "apocalipsis" quiere decir "levantar el velo", "revelar". Justamente los científicos parecieran estar en la situación contraria ya que mas bien no saben que va a pasar. 
El Apocalipsis, último libro de la Biblia, es seguramente la obra que tiene la mayor cantidad de interpretaciones equívocas de la historia. La mayoría de la gente lo identifica con el fin del mundo. Como si lo hubieran empezado a leer y dejado por la mitad, sin llegar a lo central, esto es la victoria de Dios y la Nueva Jerusalén. 
El Papa Benedicto XVI ha mostrado varias veces cierta preocupación por este tipo de lecturas apocalípticas de los signos de los tiempos. En la segunda parte de Jesús de Nazaret se refiere a ellas al hablar del discurso escatológico de Cristo. Dice:
"En base a esto podemos también entender el significado del hecho que Jesús no describe el fin del mundo, sino que lo anuncia con palabras ya existentes del Antiguo Testamento. El hablar de futuro con palabras del pasado separa a este discurso de toda conexión cronológica. No se trata de una nueva formulación de las descripciones del futuro, como sería de esperar de un visionario, sino que trata de insertar las visiones del futuro en la Palabra de Dios ya dada, la cual de esta manera evidencia la firmeza de un lado, y ser abierta a la potencialidad del otro. Es claro ahora que la Palabra de Dios ilumina el futuro en su significado esencial. Pero no da una descripción del futuro, sino que nos muestra hoy la vía justa para ahora y para mañana. Las palabras apocalípticas de Jesús no tienen nada que ver con la clarividencia. Ellas quieren separarse de la curiosidad superficial por las cosas visibles y conducirnos a lo esencial: a la vida fundamentada en la Palabra de Dios, que Jesús nos dona, al encuentro con Él, la Palabra viviente; a la responsabilidad delante del Juez de vivos y muertos." (Bendetto XVI, Gesú di Nazareth, dall'ingreso a Gerusalemme fino alla resurrezione, 2011, p.63.)

La otra respuesta posible a estos signos nos la da la liturgia de hoy en las palabras de Cristo que son usadas en la antífona al Benedictus matutino:

"Generatio haec generatio nequam est; signum quaerit, et signum non dabitur illi nisi signum Ionae" ("Esta generación es malvada: reclama una señal, y no se le concederá más señal que la de Jonás"). (Lc, 11,29).

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martes, 15 de marzo de 2011

Actuosa participatio y nueva reforma


Decíamos ayer que el sentido profundo de la actuosa participatio querida por el Concilio Vaticano II era el de participar a la Eucaristía por medio de la cual el hombre es transformado y participa de la vida divina. Hemos también señalado que esta fue interpretada en forma diversa y que tuvo como reacción contraria un volver a la situación previa a la reforma. De alguna forma este fue un punto de encuentro entre tradicionalistas e innovadores, que afirmaban que el antiguo rito romano murió con la reforma litúrgica, naciendo otro en total discontinuidad (cfr.GAGLIARD, M., Introduzione al Mistero Eucaristico, Dottrine, devozione. Roma 2007).
Entre los múltiples objetivos que tuvo el Motu Propio "Summorum Pontificum", uno no menor, fue el de impulsar un nuevo movimiento litúrgico que con espíritu evangélico "saca de sus reservas lo nuevo y lo viejo" (Mt 13,52). Nicola Bux, un autor que ha acogido el Motu Propio del Papa con gran satisfacción, dice que uno de los objetivos de este fue favorecer el enriquecimiento de las dos formas del único rito y recuerda que al final de la carta se dice que aquellos que celebran con el antiguo misal, deberían celebrar también con el nuevo y que en consecuencia de debe evitar de deslegitimar uno de los dos misales (Cfr.BUX, N., La riforma di Benedetto XVI, 2009, p.64.) . Dice el experto liturgista italiano que la misa "no es un show para volver interesante la religión, ni un museo de formas rituales grandiosas."
Y concluye "El pensamiento de Benedicto XVI sobre la renovación litúrgica querida por el concilio y compartida por la mayoría de los obipos, es que contiene riquezas aún no plenamente exploradas. La reforma litúrgica no es perfecta ni cerrada. Hay necesidad de correcciones e integraciones procediendo en forma diferente del tiempo post-conciliar. No imponiendo obligaciones sino aquellas necesarias, mostrando las posibilidades y alentando el debate." (Cfr. BUX, N. op.cit., p.107).

lunes, 14 de marzo de 2011

Actuosa participatio y Benedicto XVI


En un blog amigo se discutía algunos días atras el tema de la reforma litúrgica y la actuosa participatio. Es este un concepto (SC 14) que, al andar del tiempo, se volvió lugar de disputas entre el progresismo radical y el más intransigente conservadurismo. En la Iglesia Católica solo los obispos, unidos al Papa tienen el oficio de enseñar (LG 25). Ellos son auténticos intérpretes de los textos conciliares. En este sentido poco tiene que ver la intención subjetiva en la elaboración de los documentos. 
Debemos hacer una diferenciación entre el texto, su interpretación y su cumplimiento. Una ley puede ser justa, la interpretación que yo haga al aplicarla puede no serlo, y aún asi no es descontado que la autoridad me castigue por ello. 
Esto viene a cuento del documento Sacrametum caritatis, en el cual el Papa Benedicto XVI hace referencia a la interpretación post-conciliar de la actuosa participatio diciendo: 
En realidad, la participación activa deseada por el Concilio se ha de comprender en términos más sustanciales, partiendo de una mayor toma de conciencia del misterio que se celebra y de su relación con la vida cotidiana. Sigue siendo totalmente válida la recomendación de la Constitución conciliar Sacrosanctum Concilium, que exhorta a los fieles a no asistir a la liturgia eucarística « como espectadores mudos o extraños », sino a participar « consciente, piadosa y activamente en la acción sagrada ». 
La participación activa no coincide di per sé con la realización de un ministerio particular.
Sin duda alguna la plena participación se da cuando nos acercamos personalmente al altar a racibir la Comunión.  

Se entiende entonces que para el Papa la actuosa participatio tiene una profunda intención espiritual. El Concilio llama a una participación mas asidua a la comunión eucarística, ofreciéndonos a nosotros mismos para, por medio de Cristo, participar en la vida divina. Este sentido profundo, el cual es un llamado a todos los cristianos, no niega las otras formas de participación, pero estas son solo secundarias.
En un post futuro hablaremos de como a nuestro parecer se debe entender estos documentos en relación con el Motu Propio "Summorum Pontificum".


sábado, 12 de marzo de 2011

Isaías y el nuevo éxodo




Como ejercicio de Cuaresma estoy leyendo al profeta Isaías. Desde hace tiempo he madurado la idea, poco original seguramente, que hay determinados textos a los cuales la lectura litúrgica les hace perder fuerza. Por ejemplo, no es lo mismo la lectura del Sermón de la Montaña que hemos hecho estos domingos que una lectura contínua. Es cierto que la liturgia da una fuerza propia. Pero la lectura continua nos sumerge en otra realidad.
No sabemos como fueron creados los textos. En las primeras predicaciones eran seguramente una unidad.
Volviendo al profeta, parte del ejercicio era leer todo el Deuteroisaías. Es uno de los textos mas poéticos del Antiguo Testamento. Un constante himno que alienta el retorno de los hebreos del exilio babilonense mientras es atravesado por los cuatro Cánticos del Siervo de Yahvé, texto que ya desde antiguo los discípulos aplican a Cristo (Hech. 8,26-40). Dejando de parte estos, que para un cristiano son muy especiales, quería compartir algunos de los otros. La mayoría son textos muy conocidos. He elegido uno que me pareció de una gran belleza literaria y simbólica. Sobre todo en relación a la Cuaresma.


"Así habla el Señor,
el que abrió un camino a través del mar
y un sendero entre las aguas impetuosas;
el que hizo salir carros de guerra y caballos,
todo un ejercito de hombres aguerridos;
ellos quedaron tendidos, no se levantarán, 
se extinguieron, se consumieron como una mecha.
No se acuerden de las cosas pasadas,
no piensen en las cosas antiguas;
yo estoy por hacer algo nuevo:
ya esta germinando ¿no se dan cuenta?
Si, pondré un camino en el desierto y ríos en la estepa.
Me glorificarán las fieras salvajes,
los chacales y los avestruces;
porqué haré brotar agua en el desierto y ríos en la estepa
para dar de beber a mi Pueblo, mi elegido
el Pueblo que yo formé para pregonar mi alabanza" (Is 43,16-21)

viernes, 11 de marzo de 2011

El Claustro

En la espiritualidad monástica medieval, el claustro era la representación del Paraíso. Vere claustrum est Paradisus decía San Bernardo. El centro de una vida hacía Dios. De un camino de retorno. El lugar de la lectura de los textos divinos. De la reflexión y de la acción. Del encuentro y de la soledad. De la ascesis y de la mística. De la contemplación y de la acción. Nuestra intención es crear este espacio. Para nosotros y para los que se quieran sumar.