sábado, 26 de noviembre de 2011

Dominicia Prima Adventus



Dos versiones de "Ad te levavi anima mea" introito de la misa del primer domingo de Adviento. La primera versión la lítúrgica gregoriana. La segunda, la versión de Jerónimo de Aliselda (1548-1591).


Ad te levávi ánimam meam,
Deus meus, in te confído, non erubéscam.
Neque irrídeant me inimíci mei,
étenim univérsi qui te exspéctant non confundéntur.
(Sal. 24,1-3)

A ti, Señor, levanté mi alma:
Dios mío, en Ti confío;
no sea yo avergonzado,
ni se burlen de mí mis enemigos:
porque todos los que en Ti esperan, no quedarán confundidos.

viernes, 25 de noviembre de 2011

El Árbol de la Vida (III)



Dicen algunos que las buenas obras de arte nunca son alegorías. Debemos entonces resistir a veces la tentación de buscarlas. Con "El árbol de la vida" es posible que suceda lo mismo que con "La fiesta de Babette". La obra en si puede que supere en mucho lo que el autor mismo quizo decir. 
Malick es, de todas formas, un cineasta complejo. Sus films plantean preguntas. "El árbol de la vida" es, de alguna manera la obra de su vida. No solo porque algunos puntos autobiográficos, sino porque es en esta obra en la que se perdió durante los 20 años que estuvo retirado. 
En un principio se llamaba "Q" (un guiño a la "fuente" evangélica?) para pasar al nombre actual. El árbol de la vida es en la Cábala una de las formas para llegar al conocimiento de Dios. Es también el título de un famoso estudio sobre los libros sapienciales de la Biblia (Job) del biblista  Roland L. Murphy.
Sin embargo, es probable que nada de esto haya sido el motivo para Malick. El juego que la obra propone es el de poner la historia de una vida (y la de una familia) dentro de toda la historia del cosmos. Allí la pregunta sobre nuestra propia existencia se transforma en una pregunta sobre la existencia misteriosa del universo. 
Algunso hablan de un Malick panteista. No me parece. La naturaleza, tan salvaje en toda la obra del cineasta tejano, no es un personaje de las historias, sino más bien un camino desde donde surgen las preguntas que el autor se plantea. El final no es un fundirse en la natura. Es un encontrarse con personas, las cuales fueron delineadas en las más de dos horas que dura la película. De hecho solo al final podemos tener una imagen completa de ellos. El conflicto entre la madre y el padre exigente con si mismo y con sus hijos, que quiere ser un "self made man" y a la vez quiere poner limites a Dios, recién llega en la segunda parte del film en la escena del conflicto familiar. La madre, que al principio hace la desgarrante pregunta "Que gana Dios con la muerte de mi hijo" pero que al final termina ofreciéndolo, solo se revela en su complejidad al final. 
El último punto que querría subrayar es la forma en que esta planteada toda la reflexión del film. Al inicio la voz de la madre cuenta que durante su formación religiosa la hablaron de dos caminos. Este planteo esta a los origenes de toda la busqueda sapiencial. Solo al final se nos revela cual es el camino de la gracia. Como bien dice Ludovicus, esta sabiduría es la de aceptar perderse en Dios y dejar todo, como único camino para reencontrar el verdadero ser. Es el camino de Jesucristo que llama a perder la vida para ganarla. 
Entonces si, al final "caeremos, lloraremos....y entenderemos todo". 

miércoles, 23 de noviembre de 2011

El Árbol de la Vida (II)

Los críticos de cine se han dividido respecto a "El árbol de la vida". O se la ama o se la odia. 
Diré algunas cosas sobre el nivel técnico del film sin ser especialista.
Me parece un film bien hecho. Trabajado. La fotografia es excelente. Trata de resaltar los colores vivos de la naturaleza y juega mucho con la luz. Las imágenes "documentales" son espectaculares.
La música crece con el film y a la vez lo hace crecer. Es un repaso por buena parte de la historia de la música clásica. El encargado de la banda sonora reveló que cuando Malick le pidió su colaboración la primera idea que le vino a la cabeza fue la de la música new age, Mucho tuvo que conversar con el director, sin tener las imágenes para inspirarse, para captar la necesidad de música viva. Su inserción me parece muy lograda. Al punto de que después de ver el film volví a oir el Requiem de Berlioz y me pareció que sin las imágenes perdía fuerza. 
Las actuaciones están muy bien. Al pobre de Brad Pitt nos da la sensación que sus atributos físicos y que el hecho de despertar los suspiros de las jovencitas le juega en contra para ganarse el respeto por sus trabajos.
Pero creo que la mayor originalidad del film, y a la vez aquello que lo hace más dificil de aceptar, es el lenguaje visual-conceptual que propone. Malick lleva al extremo lo que había esbozado en "La delgada línea roja". La trama de la película es reducida al mínimo para dejar hablar a los personajes y al director a través de ellos. La cámara en mano, los saltos cronológicos, la confusión entre lo real y lo simbólico hace que a veces dudemos de si estamos viendo una obra maestra o una estafa. De hecho, creo que aquel que intente ir más allá por este camino encontrará el caos. 
El resultado es el estado de ensoñación en el que queda el espectador al final del film y que hace que solo se pueda tener una real opinión de la obra una vez que hemos reflexionado largamente sobre ella. 

martes, 22 de noviembre de 2011

El Árbol de la Vida (I)


ATENCIÓN SPOILER

La película "El árbol de la vida" cuenta la historia de una familia americana, en los años 50, en Texas. El film inicia con una voz en off (que parece ser de la madre) que dice que cuando era niña le habían enseñado que había dos caminos el de la naturaleza y el de lo divino (o más bien el de la gracia). El matrimonio tiene 3 hijos. Al iniciar el film, el del medio muere. Los padres se cuestionan su fe, la justicia de Dios y sus propias relaciones. Acto seguido vemos al hijo mayor de la familia, 40 años después. Da la sensación de estar alienado, atrapado al recordar la muerte de su hermano y en una relación con su padre que sigue siendo conflictiva. 
Se podría decir que allí termina el primer "acto". El segundo es la historia de la creación. Desde una luz que ilumina las tinieblas, se ven poderosas imágenes de la naturaleza. Aquí se ve la famosa parte del dinosaurio, y otras de tipo documental que muestran la inmensidad de la creación. En toda esta parte, que ocupa unos 20 minutos no hay ningún diálogo. 
El tercer "acto" comienza con el principio de la familia. Se muestra el nacimientos de los hijos, las envidias, el compañerismo, el descubrimiento del mal y del amor. Todo esto desde la visión del hermano mayor. Aquí se delinean dos personajes principales. El padre que ama profundamente a sus hijos y que quiere hacer de estos personas independientes y para esto les exige, es estricto y los aconseja para enfrentarse a un mundo salvaje al que tienen que aprender a controlar. Quiere el éxito para ellos y a la vez se siente el mismo un fracaso. Por el otro lado esta la madre que tiene con ellos una relación mucho más espontánea (sin dejar por eso de educarlos) y una actitud de entrega a los designos de Dios sin esperar una justicia retributiva. Esta parte termina con el fin de la infancia. El padre es cesanteado del trabajo y deben dejar aquella casa en la que crecieron.
El último "acto" vuelve a la vida actual del hijo mayor, que se aleja del lugar de trabajo y siguiendo a un niño entra en el desierto para luego llegar a una playa donde se reencuentra con su familia. Es la escena de la resurrección.

domingo, 20 de noviembre de 2011

In Festo N.D. Jesu Christi Regis


Dignus est Agnus, qui occisus est, accipere virtutem, et divinitatem, et sapientiam, et fortitudinem, et honorem. Ipsi gloria et imperium in saecula saeculorum. Ps. Deus, iudicium tuum Regi da: et iustitiam tuam Filio Regis. V. Gloria Patri.

Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría, la fuerza y el honor. A él la Gloria y el Poder por los Siglos de los Siglos (Ap 5, 12.1.6). Oh Dios, confía tu juicio al Rey y tu justicia al Hijo del Rey. (Sal. 71,1). Gloria al Padre...

viernes, 18 de noviembre de 2011

La liturgia y la formación de la Cristiandad


En mis ratos libres estoy desgranando un libro de Christopher Dawson. Es una mina de buena información, bien escrita y bien pensada. Dejo aquí otro fragmento.

"Es casi imposible para el espíritu moderno captar el realismo y la objetividad con que los cristianos de estas épocas (s.VI) consideraban la participación litúrgica en los misterios de la salvación. La conmemoración y la representación mística de la historia sagrada eran, al mismo tiempo, la iniciación y el renacimiento de la criatura en una existencia eterna. En este plano el antiguo orden ya había desaparecido y el mundo eterno invadía e inundaba el mundo temporal, de modo que la creación volvía hacia su fuente espiritual y la humanidad se unía con las jerarquías angélicas en una acción espiritual común. Los aspectos teológicos y metafísicos de esta concepción de la liturgia alcanzaron pleno desarrollo durante un período en la Iglesia bizantina por obra de escritores como el Pseudo-Dionisio y san Máximo el Confesor. pero no existía  verdadera diferencia entre Oriente y Occidente en esta materia, puesto que en los siglos VI y VII todas las tradiciones litúrgicas distintas participaban de un mismo espíritu litúrgico y de una misma theoria, que era la herencia común de la Cristiandad oriental y occidental. 
Así en Occidente, después de la caída del Imperio, la Iglesia poseyó en la liturgia una rica tradición de cultura cristiana como sistema de culto, una estructura de pensamiento y un principio de vida. Y a pesar de la decadencia general de la cultura esta tradición siguió desarrollándose espontáneamente y produciendo frutos distintos de acuerdo a la complicada evolución de los varios ritos occidentales. Así las ricas liturgias, tan llenas de colorido, de la España visigótica y de la Galia morovingia; así la tradición de la Italia septentrional, representada por el rito ambrosiano, y finalmente, la antigua y conservadora tradición romana, que desde tiempos de san Gregorio Magno, ejerció una influencia reguladora de largo alcance en todas las iglesias occidentales. 
La conservación y desarrollo de esa tradición litúrgica fue una de las principales preocupaciones de la Iglesia en la "Edad oscura" que siguió a la conquista bárbara, pues ésta fue la vía por la que se conservo la vitalidad y la continuidad de la vida interior de la Cristiandad, simiente del nuevo orden. Pero esto requirió una concentración de energía religiosa e intelectual que no podía encontrarse en la cultura moribunda de la antigua ciudad ni en la tradición de escuelas representadas por literatos como Venancio Fortunato o Enodio. 
Resolvió el problema el nacimiento de una nueva institución que llegó a ser guardiana de la tradición litúrgica y órgano social de una nueva cultura cristiana. Cuando sobre Europa occidental la oscuridad se hizo más espesa, los monasterios, más que las ciudades, conservaron la tradición de la cultura latina y los ideales de la vida cristiana. Los monjes fueron apóstoles de Occidente y los fundadores de la cultura medieval.
(CH.DAWSON, Los orígenes religiosos de la cultura occidental: la Iglesia y los bárbaros, en Religion and the Rise of Western Culture)

martes, 15 de noviembre de 2011

Teología y poesía


¿Quién no ha tenido la experiencia de que luego de pasar miles de veces por un lugar alguien le hace notar algo que jamás había visto? Esto me sucedió hace pocos días al ver el film "El árbol de la vida". Dejo para otro momento hablar de este film, tan particular por otra parte. Ahora quiero hacer referencia al fragmento con el que inicia la película. Me parece de una gran profundidad teológica y belleza poética, elementos que no siempre vienen juntos Lo cierto es que por ahí había pasado varias veces, pero hasta ahora no lo había notado. Lo dejo en la traducción de L.Alonso-Schökel.

¿Quién es ése que pone en duda mi providencia 
con palabras sin sentido?
Si eres hombre, demuestra tu valentía:
voy a interrogarte y tú responderás.
¿Dónde estabas cuando cimenté la tierra?
Dímelo si que sabes tanto. 
¿Quién señalo sus dimensiones? -si lo sabes-,
¿o quién le aplicó la cinta de medir?
¿Dónde se apoyan sus cimientos
o quién asentó su piedra angular
mientras cantaban a coro las estrellas del amanecer
y vitoreaban todos los ángeles?
(Job 38,1-7)

sábado, 12 de noviembre de 2011

Algo huele a podrido en Roma, y no viene del Vaticano


Como dice el periodista español Eulogio López, el Siglo XXI no es el de las conspiraciones sino el de los consensos. Pero sea uno o el otro muchas veces los resultados son los mismos. 
Italia se prepara hoy para aceptar la renuncia de Berlusconi y quien más probabilidades tiene de sucerderlo es el economista Mario Monti. En una muestra de lo que se entiende por democracia en otros lugares del mundo Monti llega al gobierno sin ser elegido por el pueblo. Lo hicieron senador vitalicio para que pueda saltar (o asaltar) al poder ejecutivo. Llega casi como salvador de la patria y con el apoyo de un amplio bloque en el que se encuentran los ex-demócratascristianos tanto de derecha como de izquierda.
No es el único apoyo. Como se ve aquí, Monti forma parte del Bilderberg Group. Un oscuro lobby del cual dijo Dennis Healey, uno de sus fundadores dijo: 
"Decir que estamos luchando por un gobierno mundial es exagerado, pero no completamente desacertado. Nosotros en Bilderberg sentimos que no podemos seguir luchando para siempre unos contra otros por nada y matando gente y dejando gente sin hogar. Por eso sentimos que una comunidad única a lo largo del mundo sería una cosa buena" 1
Así se entienda mejor la presión para el cambio del gobierno al que estuvo sometida Italia durante las dos últimas semanas. Evidentemente Monti llega con mucho apoyo. No del pueblo claro, pero no importa.

P.D.: El ministro berlusconiano La Russa hizo una humorada muy italiana y dijo "Quizás sale Cardenal". Amén.

P.D.2: La otra parte de la crisis nos la cuenta como nadie Eulogio López aquí.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Elecciones en la CEA: una lectura optimista.


En este claustro no solemos ocuparnos de la política eclesial. Hoy vamos a hacer una excepción. 
La elección de las nuevas autoridades de la Conferencia Episcopal Argentina han levantado varios comentarios negativos. Nosotros trataremos de hacer una lectura positiva. 
La elección de Arancedo no es seguramente la mejor. Sin embargo, tenemos algún consuelo. Al parecer Bergoglio no ha podido imponer a sus candidatos (Radrizzani o Stanovnik). Si esto es así, pareciera que el Cardenal de Buenos Aires ha perdido influencia sobre sus hermanos en el episcopado. 
Arancedo tiene 71 años. Esto lo deja cerca del retiro y fuera de las candidaturas para la capital. La elección como presidente de la CEA de algún otro, de mayor recorrido, podía ser leida como un mensaje hacia Roma sobre la sucesión en la sede cardenalicia. De esta manera se le dejan las manos libres al Vaticano para actuar.
Quién secunda a Arancedo es Bressanelli, flamante obispo titular de Neuquén. Dejó de lado las buenas referencias que me han dado sobre este obispo. Lo cierto es que habiendo aceptado ser coadjuctor de Melani es probable que se haya ganado la antipatía de la parte del Episcopado más reacia a las directivas vaticanas. Si es así, ¿quién eligió a Bressanelli? ¿No hay figuras más claramente progresistas y con más posibilidades a futuro que el obispo de Neuquén, quién ya tiene 69 años? 
La sensación que me deja la elección es la de un cierto empate. Pareciera que se entró en la transición y no se sabe como seguir. Ahora le toca mover a Roma.

martes, 8 de noviembre de 2011

La Ley y la Gracia


Hace algunos días, un amigo había ido a escuchar la predicación de un sacerdote de uno de los llamados nuevos movimientos. Le pregunté que le había parecido, y él, que vale decir que tiene una formación clásica me dijo -"Me gustó mucho, sobre todo porque puso el acento sobre la gracia y no sobre la ley". Me puse a pensar como podía ser eso, siendo que el movimiento es conocido por la atención que ponen en lo moral. 
También el protestantismo por un lado habla de la salvación sin las obras, pero por el otro basaba gran parte de la práctica religiosa en lo moral. Y en realidad creo que hay un pricipio de la teología protestante que ha penetrado profundamente en la teología católica y, en especial, en la formación de la mayoria de los nuevo movimientos eclesiales. Esto es ver la gracia como algo externo a la naturaleza, que la sana sin generar ningún cambio en ella. 
Ciertamente el discurso no es tan simple. Mucho influye la transformación de la espiritualidad en la segunda mitad del siglo XX. El discurso parece haberse alejado de la mística, como si esta fuera para un grupo selecto de monjes locos y monjas histéricas. Otros, en cambio, han puesto tanto el acento sobre la doctrina que han ahogado toda inquietud espiritual. 
Para empeorar las cosas, los divulgadores espirituales de la última época (Grün, Merton, Nowen), han impulsado una espiritualidad "desde abajo", que no es otra cosa que reconocer la imposibilidad de que nuestra naturaleza caida sea trasnformada. 
No es entonces extraño que se de esta dialéctica entre un actuar moral infinito y la necesidad de dar un discurso en el cual Dios nos salva sin transformarnos. 
Necesitamos recuperar la tradición que (como ya denunciaba R.Garrigou-Lagrange) no disocia el actuar ascético del místico, porque caminar hacia el fin es ya participar de alguna manera de él, como punto de partida para una verdadera reforma espiritual, teológica y moral. 

domingo, 6 de noviembre de 2011

Tenebrae facta sunt - Schola Antiqua


Para algunos es la mejor Schola de canto gregoriano del mundo. Memorable es su versión del Officium Hebdomadae Sanctae de Tomás Luis de Victoria. Aquí solo 3 minutos como muestra.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Lecciones de la Historia Universal




Sería una extraña fatalidad si la gran revolución por la cual el hombre occidental ha sometido la naturaleza a sus designios, terminara con la pérdida de la propia libertad espiritual. Pero esto podría ocurrir si un creciente control técnico del Estado sobre la vida y el pensamiento de sus miembros coincidiera con una decadencia cualitativa en el nivel de nuestra cultura. Una ideología, en sentido moderno de la palabra, es muy diferente de una fe, aunque tiende a llenar las mismas funciones sociológicas. Es la obra del hombre, un instrumento por el cual la voluntad política consciente trata de amoldar la tradición social de sus designios. Pero la fe mira más allá del mundo del hombre y sus obras; lleva al hombre a un grado de realidad más alto y más universal que el mundo temporal y finito al que pertenecen el Estado y el orden económico. Por ende, introduce en la vida humana un elemento de libertad espiritual que puede tener influencia creadora y transformadora en la cultura social de los hombres y en su destino histórico, así como en su propia experiencia interior. Si, por tanto, estudiamos una cultura como un todo, encontraremos que hay una relación íntima entre su fe religiosa y su desenvolvimiento social.
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Nuestra generación ha sido constreñida a comprender cuán frágiles e insustanciales son las barreras que separan a la civilización de las fuerzas destructoras. Sabemos ahora que la barbarie no es un mito pintoresco o el recuerdo semiolvidado de una etapa primitiva de la historia, sino una realidad siniestra y subyacente que puede interrumpir con fuerza devastadora tan pronto como la autoridad moral de la civilización haya perdido su dominio.
Luego para nosotros, la historia de la “Edad Oscura” y los primeros comienzos de una nueva cultura, hace catorce siglos, ha adquirido -o debería adquirir- un nuevo significado. Podermos comprender mejor que Gibbon lo lucha desesperada del Bajo Imperio para mantener su alto nivel de cultura y de orden civilizado bajo el peso de una burocacia aplastante, contra la presión constante de la guerra y la invasión; podemos comprender, de un modo mas íntimo que los historiadores del siglo XIX, cuáles fueron los sentimientos de las provincias romanas cuando finalmente los diques se rompieron y la marea de la barbarie se extendió cada vez más sobre el país.
Ante todo, estamos en una posición mejor para apreciar la función vital de la religión, tanto como principio de continuidad y conservación que como fuente de nueva vida espiritual. La religión fue entonces el único poder que permaneció intacto en el colapso de la civilización, pues se perdió la fe en las instituciones sociales y las tradiciones culturales, así como la esperanza en la vida. Toda auténtica religión debe poseer esta cualidad, pues la religión por su esencia tiene que relacionar al hombre con las realidades trascendentes y eternas. Luego es natural que la “Edad oscura” de la historia -el momento de la quiebra y de la impotencia humanas- fuera también el momento en que el poder de la eternidad se manifestara. (CHRISTOPHER DAWSON, Religion and the Rise of Western Culture, 1950)