Estimado Eremita: Un gusto tenerlo nuevamente por este claustro. Nos gustaría ver su blog más activo, pero debe estar muy ocupado.
Mi post de ayer no iba dirigido contra la Teología de la Liberación. Al menos no directamente. En verdad discutíamos con un amigo sobre la situación histórico - social de la época de Jesús comparándola con lo que se ve en "El Evangelio según San Mateo" de Pasolini.
Sigo creyendo que no hay motivos ni escriturísticos, ni magisteriales, ni patrísticos para pensar que hay una prioridad en el anuncio del Evangelio a los pobres. Creo que todos los textos del Nueva Testamento (e incluso diría que en el Antiguo) la referencia a la pobreza no tiene nada que ver con la marginalidad en la que hoy se ve como la principal destinataria del mensaje cristiano. Eso no implica que no se les deba anunciar a ellos. Estamos hablando de prioridad. La referencia a los más pobres en la escrítura tienen que ver con la caridad que se nos exige, no solo de lo espiritual sino también de lo material. Es decir en lo material sin duda tiene una prioridad. Pero en lo espiritual la "pobreza" es común a todos los hombres y no podemos saber externamente quienes necesitan el anuncio. Creo que en los Padres (por ejemplo en las famosas homilías de San Juan Crisóstomo) se puede ver lo mismo. Hay pobres a los cuales estamos obligados a socorrer con lo material por caridad cristiana. Pero a todos estamos obligados de socorrer (y a la vez ser socorridos) por la "pobreza" espiritual.
No me parece un tema menor. En el actual Sínodo sobre la Nueva Evangelización, S.E.R. Jorge Lozano, habló nuevamente sobre la opción preferencial por los pobres. En sentido estricto, nada hay de su mensaje que pueda ser acusado de los excesos de la Teología de la Liberación. Pero en lo real esta sostenido por los mismos principios que terminaron en el desmadre de aquella. ¿Que razón teológica hay para priorizar el anuncio del Evangelio en le Tercer Mundo antes que anunciarlo a los agnósticos del Primero?
En algún sentido pareciera que la Doctrina Social, que en un principio era solo una parte de la Teología Moral, amenaza con convertirse en una metateología que empuja todos los debates.
Y me animaría a decir que no solo por "izquierda", con sus curas obreros y su Lozanos, sino también por "derecha". Los últimos post de Iraburu tratando de buscarle la quinta pata al gato para decir que el magisterio sostiene la conveniencia del estado Español o Italiano, e incluso toda la discusión lefebvrista sobre la DH, son en último término la sobredimensión de elementos secundarios y en la mayoría de los casos opinables.
Un cordial saludo en Cristo.