jueves, 28 de febrero de 2013

Solacium




En estas horas tan difíciles una carta de Dom Diego de Jesús para consolarnos un poco...

Carísimos todos:

La historia de la Iglesia conoce unos cuántos casos de monjes que terminaron Papas... y un solo caso inverso, que hoy nos ha tocado presenciar: un Papa que se hace monje, que ingresa libremente a la fortísima raza de los cenobitas, como dice san Benito. No va por menos, sino por más; no se baja de la Cruz, sino que trepa más alto: audazmente ha dado un paso adelante (no al costado) para afrontar los inmensos retos de la Iglesia con mejor armamento que el que le posibilitaba la sede de Pedro: la plegaria, la omnipotencia suplicante. Como dice un famoso texto de Chesterton: al revés de lo que se cree, cuando las cosas andas realmente mal, ya no se necesita al hombre práctico; es la hora del hombre teórico, del contemplativo. Por eso este inmenso Papa que Dios nos ha regalado deja el valle y sube a la montaña. Aún no se ha entendido del todo el gesto. Nos llevará seguramente algunos años. Sólo me atrevo a adelantar que decir "me retiro para orar por la Iglesia" no fue un mero eufemismo para decir sin más "me retiro". Tal vez sea más bien como decir: no me retiro nada; me adentro en pos de una misión más ardua y determinante. Que otro, más joven, con menos fuerzas, se ocupe de la cosa práctica. Yo me ocupo de los dragones.-

Si san Gregorio fue el primer Papa monje; Benedicto es el primer monje Papa. Tal vez, el Papa más agudo de los últimos mil años.

La Barca de Pedro, en breve, tendrá nuevo timonel... y tendrá un vigía nocturno en la punta de su palo mayor.

Bienvenido Abba Benito XVI a la fortísima raza monacal. Con Usted, Santidad, acaudillando nuestra plegaria, los monjes del mundo entero nos sentimos más fuertes, más acompañados, mejor orientados.

Hasta ahí, un humilde aporte a estas horas tan cruciales de la Iglesia. Mañana (por hoy), a las 16 hs nuestra --20 hs romana-- se inicia esta nueva etapa: los alentamos a detener sus actividades al menos un instante para hincarse y rezar un Credo por Benedicto y por rumbo de la Iglesia.

Un abrazo,

p. diego
Monasterio del Cristo Orante
Mendoza – Argentina



Les paso la agenda de actividades próximas.


1): Hemos iniciado esta semana un nuevo Taller de Iconografía, que empezó el lunes y termina el sábado.

2): este Sábado --2 de marzo-- habrá Escuela de Oración, de 10.30 a 19 hs. La entrada es gratuita.-

3): Bajaremos a Mendoza, a dar un Retiro abierto de Cuaresma, el jueves 14 de marzo: será en la parroquia San Agustín. Celebraremos la Misa a las 19.30, tras lo cual daremos dos charlas. La entrada es gratuita.

4): El 6 de abril hay Escuela de Oración.

4): Habrá un nuevo Taller de Iconografía, para principiantes, del 7 al 12 de abril. Para más datos, contáctennos.

5): Para agendar con tiempo: el sábado 27 de abril tendremos nuestro encuentro de Beneficencia, para seguir avanzando con la construcción del templo. Ya tendrán más noticias al respecto, pero es bueno que apunten la fecha.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Últimas Palabras


"En aquel momento, las palabras que resonaron en mi corazón fueron: ´Señor, ¿porque me pides esto y que me pides? Es un peso grande el que pones en mi espalda, pero si me pides esto, por tu palabra, tiraré las redes, seguro que tu me guiaras, también con todas mis debilidades."

"Me sentí como san Pedro con los Apóstoles en la barca sobre el lago de Galilea: el Señor nos ha donado tantos días de sol y de brisa ligera, días en que la pesca fue abundantes; hubo también momentos en que las aguas estaban agitadas y el viento soplaba contrario, como en toda la historia de la Iglesia y el Señor parecía dormir. Pero siempre supe que en la barca estaba el Señor y siempre supe que la barca de la Iglesia no es mía, no es nuestra, es suya. Y el Señor no la deja hundirse."

"Quisiera que cada uno si sintiese amado de aquel Dios que ha donado su Hijo por nosotros y que nos ha mostrado su amor sin confines. Quisiera que cada uno sintiese la alegría de ser cristiano."

"Hice este paso con pleno conocimiento de su gravedad y novedad, pero con una profunda serenidad en el alma. Amar a la Iglesia significa también tener el coraje de hacer elecciones difíciles, sufridas, teniendo siempre delante el bien de la Iglesia y no de nosotros mismos."

"Mi decisión de renunciar el ejercicio del ministerio petrino, no cambia esto (de trabajar siempre y para siempre por el Señor). No vuelvo a la vida privada, a una vida de viajes, encuentros, recibimientos, conferencias, etc.. No abandono la cruz, sino que quedo de una forma nueva unido al Señor Crucificado."

 


lunes, 18 de febrero de 2013

Conociendo a los Candidatos - Marc Ouellet

Poscia ch'io v'ebbi alcun riconosciuto,
vidi e conobbi l'ombra di colui
che fece per viltade il gran rifiuto.

(Y tras haber reconocido a alguno
vi y conocí la sombra del que hizo
por cobardía aquella gran renuncia.)

                                                   Inf, III, 58-60

Los versos de Dante hoy resuenan más que nunca. Si bien nunca se supo con certeza si el poeta los atribuía a Celestino V. Y es que la exégesis dice que el vio y conoció, cuando en realidad parece que Dante y Celestino nunca se encontraron. 
La comparación es injusta pero inevitable. Y creo que Benedicto XVI era el primero en saberlo.
A mi se me vino a la mente otra renuncia. La de Diocleciano, aquel emperador que trato de detener la descomposición del Imperio con una gran reforma y que luego abdicó para ver como todo el sistema colapsaba. 
Pero si tuviera que señalar el paralelo más claro sería con otro alemán. Carlos V (Carlos I de España), último emperador de Occidente, que al darse cuenta de que ya no había nada más que hacer se retiro al Monasterio de Yuste a preparar su muerte.

Boris Gelfand

Marc Ouellet nació hace 68 años, en un pequeñisimo pueblo de Quebec. Es ordenado a los 24 años y dos años después comenzó a enseñar en el seminario mayor de Bogotá (porqué se mudo a Bogotá sería interesante conocerlo), y en 1972 entró a la Societas Presbyterorum a Sancto Sulpitio. Obtuvo la licencia en filosofía en la universidad de los dominicos de Roma con una tesis sobre "La participación en Santo Tomás de Aquino", para después volver a Colombia y de allí a Canada. En 1983 otra vez en Roma, el doctorado en teología dogmática en la Universidad Gregoriana ("La existencia como misión, la antropología de H. von Balthasar"), para volver a Colombia como rector del seminario y en 1990 nuevamente a Canada como rector del Seminario. El más que curioso camino de Ouellet sigue en Roma, como profesor del Instituto Juan Pablo II de la Universidad Lateranense, un instituto especialmente creado con atención a la ortodoxia teologíca. Allí comienza a colaborar con distintas congregaciones de la curia (incluida la Doctrina de la Fe) y pasa a formar parte de Communio, la revista de teología fundada por von Balthasar y Ratzinger. 

Finalmente es consagrado obispo en el 2001 siendo Secretario del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, pero todo esto parece una preparación en la curia y un sumergirse en la "romanitá", porque al año siguiente vuelve a un Canada desertificado del cristianismo con la complicidad de la Iglesia Católica, como arzobispo de Quebec. Al parecer, fue crítico de la deriva de la Iglesia canadiense y apoyo el retorno de la adoración eucarística y el canto gregoriano. 
En el 2010 vuelve a Roma como Prefecto de la Congregación para los obispos (un lugar clave), al parecer después de que la Curia se resistiera a aceptar a George Pell. También asume la presidencia de la Comisión para America Latina. 
Ouellet tiene la ventaja de no ser italiano, y por lo tanto puede ser un candidato de aquellos que temen un papa metiéndose en la política italiana. Además es un no-europeo, con un gran conocimiento de una región como América Latina, donde vive la mayoría de los católicos y donde la Iglesia está en retroceso. Tiene también la ventaja de que su elección sería vista como una continuidad de los ratzingerianos. 
La principal contra es que no es una figura que tenga el apoyo de los italianos y que para muchos no tiene la mano firme y la experiencia para un momento tan delicado.
Pedro Luna

sábado, 16 de febrero de 2013

Una "chiacchiera" sobre el Concilio

El amigo Milko me pide si puedo traducir el discurso que dio Benedicto XVI a los párrocos de Roma en su último encuentro. Como el texto es un poco largo, y me parece que vale la pena leerlo "en caliente" dejo la primera parte, que me parece es la más jugosa por referirse al ambiente en el que comenzó el Concilio y a la reforma litúrgica. Por el apuro con que fue hecho, sepan disculpar los errores. 

Hoy, por las condiciones de mi edad, no pude preparar un gran discurso como podrían esperar, pero pienso hacer una pequeña charla sobre el Concilio Vaticano II como yo lo vi. Comienzo con una anecdota. Yo fui nominado en 1959 profesor de la Universidad de Bonn, donde estudian los seminaristas de la diócesis de Colonia y de otras diócesis cercanas. Así, entre en contacto con el Cardenal de Colonia, el Cardenal Frings. El Cardenal Siri, de Génova, me parece que en 1961, había organizado una serie conferencias con diversos Cardenales europeos sobre el Concilio, y había pedido también al Arzobispo de Colonia hacer una de las conferencias con el título: El Concilio y el mundo del pensamiento moderno.
El Cardenal me había pedido a mi, el más joven de los profesores, que le escribiera un proyecto; el proyecto le gustó y a Génova leyó el texto como yo lo había escrito.  Poco después el Papa lo llamó y el Cardenal estaba lleno de temor, de haber dicho algo fuera de lugar, de falso, de venir citado para una queja o quizás para sacarle la púrpura. Si, cuando su secretario lo vistió para la audiencia, el Cardenal dijo: "Quizás hoy llevo por última vez este hábito". Después entro, el Papa Juan fue al encuentro y lo abraza y dice "Gracias, Eminencia, uds. ha dicho las cosas que yo quería decir, pero no había encontrado las palabras". Así el Cardenal sabía de estar en el camino justo y me pidió de acompañarlo al Concilio, primero como experto personal, después, en el primer periodo fui nominado también perito oficial del Concilio. 
Entonces, nosotros fuimos al Concilio no solo con alegría sino también con entusiasmo. Había un expectativa increible. Esperabamos que todo se renovase, que viniera verdaderamente otro Pentecostés, una nueva era de la Iglesia, porque la Iglesia estaba todavía bastante robusta en aquel tiempo, la praxis dominical era todavía buena, las vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa ya habían bajado un poco, pero eran todavía suficientes. Pero se sentía que la Iglesia no avanzaba, se reducía, parecía una realidad del pasado y no la portadora del futuro. En aquel momento, esperabamos que esta realdiad cambiase; que la Iglesia fuera de nueva la del mañana y fuerza del hoy. Y esperábamos que las relaciones entre la Igleisa y la modernidad, que habían comenzado mal con el error de la Iglesia en el caso de Galileo Galilei, cambiara. Se pensaba corregir este inicio equivocado y encontrar de nuevo la unión entre la Iglesia y las mejores fuerzas del mundo, para abrir el futuro a la humanidad, al verdadero progreso. Así, estabamos llenos de esperanza, entusiasmo y también de voluntad de hacer nuestra parte por esta cosa. Recuerdo que un modelo negativo era el del Sínodo Romano. Se decía -no se si es verdad- che habían leido los textos preparados, en la Basílica de San Juan, y que los miembros del Sínodo habían aclamado, aprobado aplaudiendo, y así había concluido el Sínodo. Los obispos dijeron: "No, no hagamos así. Nosotros somos obispos y somos nosotros mismos sujetos del Sínodo; no queremos solo aprobar lo que ya se hizo, sino ser nosotros sujetos y llevar adelante el Concilio. También el Cardenal Frings, que era famosos por su fidelidad absoluta, casi escrupulosa, al Santo Padre, en este caso dice: Aquí estamos en otra función. El Papa nos ha convocado para ser Padres. para ser el Concilio ecuménico, un sujeto que renueve la Iglesia. Así queremos asumir nuestro rol.
El primer momento en el cual se mostró esta forma de actuar, fue el primer día. Fueron previstas para ese día, la elección de las Comisiones y habían sido preparadas, en modo -se buscaba- imparcial, la lista, los nominados; y estas listas eran votadas. Pero rapidamente los Padres dijeron: "No, no queremos votar simplemente las listas ya hechas. Somos nosotros los protagonistas. Entonces, se tuvo que posponer las elecciones, porque los Padres mismos querían conocerse un poco, y querían ellos mismos preparar las listas. Y así se hizo. El Cardenal Liénart de Lille, y el Cardenal Frings de Colonia, habían dicho publicamente: Así no. Nosotros queremos hacer nuestras listas y elegir a nuestros candidatos. No era un acto revolucionario, sino un acto de conciencia, de responsabilidad por parte de los Padres conciliares. 
Así comenzó una fuerte actividad para conocerse horizontalmente, unos y otros, cosa que no era al azar. Al "Collegio dell'Anima", donde habitaba, tuvimos muchas visitas: el Cardenal era muy conocido, hemos visto cardenales de todo el mundo. Me recuerdo bien la figura alta y magra de monseñor Etchegaray, que era Secretario de la Conferencia Episcopal Francesa, de los encuentros con Cardenales, etcétera. Y esto era típico, después, por todo el Concilio, pequeños encuentros transversales.  Así conocí a grandes figuras como el Padre de Lubac, Daniélou, Congar, etcétera. Conocimos a obispos, me recuerdo particularmente al obispo Elchinger de Estrasburgo, etcétera. Y esta era ya una experiencia de la universalidad de la Iglesia y de la realidad concreta de la Iglesia que no recibe simplemente imperativos desde lo alto, sino que junto crece y se desarrolla, siempre bajo la guía naturalmente del Sucesor de Pedro. 
Todos, como dije, venían con grandes expectativas, no se había jamás realizado un Concilio de estas dimensiones, pero no todos sabiamos como hacer. Los más preparados, digamos aquellos con intenciones más definidas, eran los episcopados francés, alemán, belga y holandés, la así llamada "alianza renana". Y en la primera parte del Concilio, eran ellos los que indicaban el camino; después se expandió rapidamente la actividad y todos, siempre más, han participado a la creatividad del Concilio. Los franceses y los alemanes tenían distintos intereses en común, también esfumaturas bastante diversas. El primero, inicial, era la simple -aparentemente simple- intención de la reforma de la liturgia, que ya había comenzado con Pío XII, el cual, había reformado la Semana Santa; la segunda la eclesiología, la tercera, la Palabra de Dios, la Revelación; y finalmente, también el ecumenismo. Y los franceses, mucho más que los alemanes, querían tratar el tema de las relaciones entre la Iglesia y el mundo. 

Comenzamos con el primero. Después de la Primera Guerra Mundial, había crecido, justmaente en Europa central y occidental, el movimiento litúrgico, una redescubrimiento de la riqueza y la profunidad de la liturgia, que estaba hasta ahora casi cerrada en el Misal Romano del sacerdote, mientras la gente rezaba con los propios libros de oraciones, los cuales era hechos según el corazón de la gente, así se buscaba de traducir los contenidos altos, el lenguaje alto, de la liturgia clásica en palabra más emocionales, más cercanas al corazón del pueblo. Pero eran casi dos liturgias paralelas: el sacerdote con el monaguillo, que celebraba la Misa según el Misal y los laicos, que rezaban, en la Misa, con sus libros de oraciones, sabiendo sustancialmente que cosa se realizaba sobre el altar. Pero fue redescubierta justamente la belleza, la profundidad, la riqueza histórica, humana, espiritual del Misal y la necesidad que no solo un representante del pueblo, un pequeño monaguillo dijera "Et cum spiritu tuo" etcétera, sino que fuera realmente un diálogo entre sacerdote y pueblo, que realmente la liturgia del altar y la liturgia del pueblo fuera una única liturgia, una participación activa, que la riqueza llegara al pueblo; y así redescubierta, renovara la liturgia.
Yo encuentro ahora, retrospectivamente, que fue muy bueno comenzar con la liturgia, así aparece el primado de Dios, el primado de la adoración. "Operi Dei nihil praeponatur": estas palabras de la Regla de San Benito aparecen así como la suprema regla del Concilio. Alguno ha criticado que el Concilio habló de tantas cosas, pero no de Dios. ¡Habló de Dios! Y fue el primer acto y aquel sustancial hablar de Dios y abrir a toda la gente, todo el pueblo santo, a la adoración de Dios, en la común celebración de la liturgia del Cuerpo y Sangre de Cristo. En este sentido, más alla de los factores prácticos que desaconsejaban comenzar enseguida con temas controvertidos fue digamos, un acto de la Providencia que al inicio del Concilio estuviera la liturgia, Dios, la adoración. Ahora no quisiera entrar en detalles de las discusiones, pero vale la pena siempre volver, más allá de las situaciones prácticas, al Concilio mismo, a su profundidad y a sus ideas esenciales. 
(..)
Después estaban los principios: la inteligibilidad, en ves de estar cerrados en una lengua no conocida no hablada, y también la participación activa. Lamentablemente, estos principios fueron mal entendidos. Inteligibilidad no quiere decir banalidad, porque los grandes textos de la liturgia -aun hablados, gracias a Dios, en lengua materna- no son fácilmente intelegibles,  tienen necesidad de una formación permanente del cristiano para que crezca y entre siempre más en la profunidad del misterio y así pueda comprender. Y también la Palabra de Dios -si pienso día por día la lectura del Antiguo Testamento, la lectura de las Cartas Paulinas, del Evangelio- ¿quien podría decir que se entiende rápidamente porque es en la propia lengua? Solo una formación permanente del corazón y de la mente puede realmente crear una intelegibilidad y una participación que es más que una actividad exterio, que es un entrar de la persona, de mi ser en la comunión de la Iglesia y asín en la comunión de Cristo.



viernes, 15 de febrero de 2013

Conociendo a los Candidatos - Angelo Bagnasco

Entre otras cosas, la (renuncia - dimisión, todavía no nos ponemos de acuerdo) de Benedicto XVI ha servido para desempolvar viejas discusiones. Todavía escuchamos algunos que dicen no preocuparse porque al papa lo elige directamente el Espíritu Santo.  Es increíble encontrar a laicos con o sin formación teológica, seminaristas, diáconos o sacerdotes (todavía no me lo dijo ningún obispo), que creen en esta historia sacada de no se que manual de teología y basada en no se cual acto magisterial. Al parecer, creen que los cardenales son marionetas en manos de un Espíritu que le dice a algunos votar por A y a otros votar por B. También creen que fue el pobre Espíritu Santo quien eligió a "joyas" como Alejandro VI o Julio II. O peor aun que se encarno en Marozia para digitar la "pornocracia romana" del Siglo X. Justifican a uno y a otros diciendo que eran el mal menor. Como si Dios no pudiera elegir el mayor bien en absoluto o como si el pontificado fuera una cosa tan baja que lo pudiera ejercer cualquiera. Que quede claro, estos papas no se corrompieron al ejercer la autoridad. Eran claramente corruptos antes de ser elegidos. 
Sorprendidos quedan cuando uno le dice que no es así. Y porque creen ser los adalides de la ortodoxia, lo tratan a uno de modernista por más Syllabus que haya jurado y aunque este haciendo una novena para que el próximo papa sea el cardenal Albert Ranjith Patabendige.
Pero no. Decimos una vez más, al papa lo elige el Colegio Cardenalicio. A los cardenales los asiste el Espíritu Santo, pero como todos los hombres, ellos lo pueden escuchar y dejarse guiar o pueden seguir por las suyas. Esto no quita un ápice a la autoridad del Pontífice. Es de institución divina que la Iglesia sea gobernada por una jerarquía. Una vez que el Colegio elige, el Espíritu Santo lo asiste haya o no haya sido querido por él. Pero Dios nos quiere verdaderamente libres y no marionetas suyas.
Boris Gelfand

Conozcamos a nuestro candidato de hoy. El cardenal Angelo Bagnasco nació hace 70 años en Pontevico, provincia de Brescia. Es por lo tanto Lombardo, pero de familia genovesa (Liguria). Estudió en uno de los liceos clásicos impulsados por Mussolini, tan queridos por los italianos, que dan una formación profunda en el latín, el griego y las letras clásicas. A los 23 años fue ordenado sacerdote por el obispo de Génova Giuseppe Siri, cabeza del sector más conservador de la Iglesia italiana. La figura de Siri, que aparecerá de nuevo en otros candidatos, es fundamental para entender la Iglesia de los últimos 50 años. Siri fue un claro candidato al papado después de la muerte de Pío XII, y alrededor de él se juntaron las voces más críticas a la Iglesia del post-Concilio (voces como la de Amerio). Siri fue siempre fiel (mas allá de las leyendas que dicen que le habrían ofrecido ser papa de los descontentos), y también lo fueron la mayoría de sus discípulos sin dejar de ser críticos. Bagnasco está dentro de esa línea. 
Estudió filosofía en la Universidad Estatal de Génova, enseñó italiano en el liceo y metafísica y ateísmo contemporáneo en la Facultad Teológica de Italia Septentrional. Además trabajó en la curia de la diócesis de Génova, y fue asistente espiritual de la federación de estudiantes universitarios y del grupo scout, dos grupos importantes de la "juventud católica" de Italia. 

Su carrera episcopal comenzó en Pesaro hace 25 años. Después fue obispo del ordinariado militar y finalmente desde el 2006 fue sucesor de Bertone como arzobispo de Génova. Desde allí se convirtió en presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el cual es elegido directamente por el papa y no como en el resto de las conferencias episcopales, por sus pares.
Mucho se podría decir de Bagnasco. Esta fuera de duda su ortodoxia como buen hijo espiritual de Siri. Es cabeza del sector más conservador de la Iglesia Italiana que lo ve a la derecha de Scola y más accesible que Caffarra. Sería claramente un continuador de las políticas litúrgicas de Benedicto XVI, pero en otros ámbitos no parece estar a la misma altura intelectual. En Génova tienen muchas de las virtudes de la Iglesia de principios de siglo. Pero también tienen algunos de sus defectos. 
Por otra parte, en estos últimos años ha comenzado a jugar sus cartas en la política italiana y no siempre parece haberlo hecho bien. Primero apoyó a Mario Monti para las próximas elecciones pero termino por distanciarse de este. Quizás por ciertas alianzas del premier. Quizás para no quedar pegado a una derrota. 
Según algunos su ascenso estuvo marcado por Bertone, pero hoy tiene en el Secretario de Estado uno de sus máximos opositores.

Pedro Luna

martes, 12 de febrero de 2013

Conociendo a los Candidatos - Peter Turkson

Sigamos rumiando y meditando la renuncia del papa. Una de las cosas que más ha pasado por alto, incluso la "prensa católica" es el hecho de que Benedicto XVI se retira a rezar a un monasterio. Aquellos que lo conocen dicen que varias veces había presentado la renuncia como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y esperaba volver a su Baviera natal a vivir con su hermano y su hermana, a estudiar y rezar. Incluso tenía todo preparado al final del pontificado de Juan Pablo II. Finalmente se quedará en Roma. El mal pensado dirá que tenía que "salir de circulación" y volver a su Baviera natal no hubiera sido buen signo. Como sea, sería bueno que todos los cristianos apreciaramos el ejemplo. Por más importantes que sean nuestras tareas (y pocas son más importantes que ser papa) debemos dejar todo de lado para caminar el tramo final de nuestra vida con el bastón de la oración. Dice Lewis "¡Cuanto mejor para nosotros si todos los humanos muriesen en costosos sanatorios, entre doctores que mienten, enfermeras que mienten, tal y como les hemos enseñado, prometiendo vida a los agonizantes, estimulando la creencia de que la enfermedad excusa toda indulgencia!". El último acto de un papa que cree que también se gobierna con gestos fue dejar todo poder para prepararse al encuentro con el Señor.

Sigamos conociendo a los candidatos. Hoy pensaba presentar algún cardenal cuyo apellido comienza con la letra B. Y hay varios candidatos. Pero leo que no se que casa de apuestas da como favorito a Turkson. Es un poco gracioso ver los análisis de aquellos que no tienen fe. Según dicen la Iglesia ya esta preparada para un papa de raza negra. Como si alguna vez no lo hubiera estado. Ahora, en cambio sería una buena acción de marketing. Si hasta EE.UU. rompieron el tabú. Me hace acordar a Ecclestone cuando decía que Hamilton era bueno para la F1 porque era negro (siempre son útiles las metáforas deportivas). Yo creo que Turkson no tiene muchas chances. En el Sacro Colegio no son tan racistas como para elegir a un papa por su color de piel. Pero quien sabe...

Boris Gelfand

Peter Kodwo Appiah Turkson (ay! ay! otro Peter, pero este no muy romano), nació Wassa Nsuta el 11 de octubre de 1948 (tiene 64 años, lo que daría presumiblemente un pontificado largo), en Ghana, un país del oeste de Africa (el pais de Kofi Annan!), con solo un 15% de católicos (menos que los pentecostales, los protestantes no-pentecostales y los islamistas). Su madre era metodista y su padre católico. Estudió en el Semianrio menor de Ghana y siguió sus estudios de Teología en EE.UU. Es doctorado por el Pontificio Instituto Bíblico (ufff!, un biblista). En 1992 Juan Pablo II lo nominó obispo de Cape Coast y diez años después fue creado cardenal, por lo que participó en la elección de Benedicto XVI. El en 2009 fue convocado como presidente del Ponticio Concejo Justicia y Paz, un puesto que, dentro de la estructura vaticana, es de segundo orden. 
En el último sinodo de obispos se vio envuelto en una polémica al proyectar un video que mostraba el peligro que generaba el crecimiento demográfico del Islam.
En realidad, no parece que tenga chances reales de ser elegido. Hace poco tiempo que llegó a Roma y por lo tanto es presumible que todavía no se haya insertado en la estructura de la Curia. Además, procede de un país donde la presencia católica es muy menor. La "juventud", en su caso, también le juega en contra. 
Pero por ahora va primero en las encuestas.

Pedro Luna