viernes, 15 de febrero de 2013

Conociendo a los Candidatos - Angelo Bagnasco

Entre otras cosas, la (renuncia - dimisión, todavía no nos ponemos de acuerdo) de Benedicto XVI ha servido para desempolvar viejas discusiones. Todavía escuchamos algunos que dicen no preocuparse porque al papa lo elige directamente el Espíritu Santo.  Es increíble encontrar a laicos con o sin formación teológica, seminaristas, diáconos o sacerdotes (todavía no me lo dijo ningún obispo), que creen en esta historia sacada de no se que manual de teología y basada en no se cual acto magisterial. Al parecer, creen que los cardenales son marionetas en manos de un Espíritu que le dice a algunos votar por A y a otros votar por B. También creen que fue el pobre Espíritu Santo quien eligió a "joyas" como Alejandro VI o Julio II. O peor aun que se encarno en Marozia para digitar la "pornocracia romana" del Siglo X. Justifican a uno y a otros diciendo que eran el mal menor. Como si Dios no pudiera elegir el mayor bien en absoluto o como si el pontificado fuera una cosa tan baja que lo pudiera ejercer cualquiera. Que quede claro, estos papas no se corrompieron al ejercer la autoridad. Eran claramente corruptos antes de ser elegidos. 
Sorprendidos quedan cuando uno le dice que no es así. Y porque creen ser los adalides de la ortodoxia, lo tratan a uno de modernista por más Syllabus que haya jurado y aunque este haciendo una novena para que el próximo papa sea el cardenal Albert Ranjith Patabendige.
Pero no. Decimos una vez más, al papa lo elige el Colegio Cardenalicio. A los cardenales los asiste el Espíritu Santo, pero como todos los hombres, ellos lo pueden escuchar y dejarse guiar o pueden seguir por las suyas. Esto no quita un ápice a la autoridad del Pontífice. Es de institución divina que la Iglesia sea gobernada por una jerarquía. Una vez que el Colegio elige, el Espíritu Santo lo asiste haya o no haya sido querido por él. Pero Dios nos quiere verdaderamente libres y no marionetas suyas.
Boris Gelfand

Conozcamos a nuestro candidato de hoy. El cardenal Angelo Bagnasco nació hace 70 años en Pontevico, provincia de Brescia. Es por lo tanto Lombardo, pero de familia genovesa (Liguria). Estudió en uno de los liceos clásicos impulsados por Mussolini, tan queridos por los italianos, que dan una formación profunda en el latín, el griego y las letras clásicas. A los 23 años fue ordenado sacerdote por el obispo de Génova Giuseppe Siri, cabeza del sector más conservador de la Iglesia italiana. La figura de Siri, que aparecerá de nuevo en otros candidatos, es fundamental para entender la Iglesia de los últimos 50 años. Siri fue un claro candidato al papado después de la muerte de Pío XII, y alrededor de él se juntaron las voces más críticas a la Iglesia del post-Concilio (voces como la de Amerio). Siri fue siempre fiel (mas allá de las leyendas que dicen que le habrían ofrecido ser papa de los descontentos), y también lo fueron la mayoría de sus discípulos sin dejar de ser críticos. Bagnasco está dentro de esa línea. 
Estudió filosofía en la Universidad Estatal de Génova, enseñó italiano en el liceo y metafísica y ateísmo contemporáneo en la Facultad Teológica de Italia Septentrional. Además trabajó en la curia de la diócesis de Génova, y fue asistente espiritual de la federación de estudiantes universitarios y del grupo scout, dos grupos importantes de la "juventud católica" de Italia. 

Su carrera episcopal comenzó en Pesaro hace 25 años. Después fue obispo del ordinariado militar y finalmente desde el 2006 fue sucesor de Bertone como arzobispo de Génova. Desde allí se convirtió en presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el cual es elegido directamente por el papa y no como en el resto de las conferencias episcopales, por sus pares.
Mucho se podría decir de Bagnasco. Esta fuera de duda su ortodoxia como buen hijo espiritual de Siri. Es cabeza del sector más conservador de la Iglesia Italiana que lo ve a la derecha de Scola y más accesible que Caffarra. Sería claramente un continuador de las políticas litúrgicas de Benedicto XVI, pero en otros ámbitos no parece estar a la misma altura intelectual. En Génova tienen muchas de las virtudes de la Iglesia de principios de siglo. Pero también tienen algunos de sus defectos. 
Por otra parte, en estos últimos años ha comenzado a jugar sus cartas en la política italiana y no siempre parece haberlo hecho bien. Primero apoyó a Mario Monti para las próximas elecciones pero termino por distanciarse de este. Quizás por ciertas alianzas del premier. Quizás para no quedar pegado a una derrota. 
Según algunos su ascenso estuvo marcado por Bertone, pero hoy tiene en el Secretario de Estado uno de sus máximos opositores.

Pedro Luna

4 comentarios:

  1. Pienso que es el mas idonio. Luchador de la familia, Iglesia y cercano a las personas.La curia Italiana, creo lo tengan en cuenta, pues son muchos años de Papa no Italiano. El sería idono. Vivo, sagaz, mano derecha e izquierda para unos 10 años de Pontificado. Un buen cambio, no le deven nada y puede hacerlo bien. ES el que yo pido en mis oraciones

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