martes, 23 de octubre de 2012
Los pobres del Nuevo Testamento
Lázaro esperando en la puerta del rico. San Clemente de Tahull.
Un amigo me desafía con el tema de la pobreza en lo Evangelios. Pues aquí va un texto del biblista Raymond E. Brown, al que nadie puede acusar de neocon o neotradi (sic!).
"Hay muchas referencias en el Nuevo Testamento a los "pobres", y los lectores pueden considerar que su pobreza es similar a la del Tercer Mundo de hoy, en el que la gente no tiene sitio para vivir o araña restos de comida para alimentarse, en constante peligro de perecer. En los Evangelios, por el contrario, que reflejan en parte la situación vital de Jesús en Galilea, los pobres eran pequeños granjeros con un pedazo de tierra poco adecuada o estéril, o siervos en grandes propiedades; en las ciudades, sin la ayuda de los productos de la tierra, los pobres estaban en peor situación. Sin embargo, la situación de ambos grupos de pobres en el Nuevo Testamento era económicamente mejor que la de los desesperados del mundo moderno. Jesús mismo, de quien se cuenta que sentía afecto especial hacia los pobres, era un tékton, es decir un carpintero, que hacía puertas, arados, yugos para los granjeros, o muebles para las casas de piedra o adobe. Como artesano de pueblo puede comparársele a cualquier trabajador de clase media baja de nuestras ciudades de hoy.En lo que respecta a los esclavos, las traducciones del Nuevo Testamento vierten el griego doúlos como "siervo" y "esclavo", pero el estatus de las personas así descritas no debe imaginarse como la de los esclavos africanos en una plantación norteamericana o la de los siervos de una casa elegante europea en el siglo XIX. En la época del Nuevo Testamento la esclavitud existía ya desde hacía siglos, pero comenzaba a declinar. (...) El estatus de los esclavos era variado. A veces, es especial en Italia antes de la inauguración del Imperio, los esclavos se mostraban inquietos social y políticamente, con resultados como la revuelta de Espartaco. Los esclavos, sin embargo, tenían sus derechos legales, y durante el Imperio los abusos respecto a ellos o los asesinatos de los esclavos era un crimen punible. Además de trabajar en los negocios, campos y tareas domésticas, los esclavos podían ser administradores, médicos, maestros, eruditos o poetas, y podían acumular cierta riqueza. Los paganos nobles, además habian denunciado la esclavitud y algunas religiones orientales aceptaban sin prejuicios esclavos en su seno." (Brown, Raymond E., Introduccíón al Nuevo Testamento, p.121.)
Espero que nadie me acuse de despreciar a los pobres. Brown solo trata de mostrar como lo social no tiene ninguna prioridad en el mensaje evangélico. Alguno podrá tomar alguna parte del Nuevo Testamento para contradecir estas afirmaciones (por ejemplo, la parábola del rico y el pobre Lázaro). Sin embargo, creo que la posición sigue en pie. Relacionar el mensaje de Cristo con la marginalidad es otra de las consecuencias de la sociologización de la teología. Gracias a Dios, el método histórico-crítico, tantas veces denostado viene en nuestra ayuda. Cristo anunció su mensaje a todo el pueblo de Israel. El hecho de que estuviera 3 años vagando por los caminos de Galilea, que la familia de los apóstoles pudieran seguir viviendo aun después de haber dejado sus trabajos o que José de Arimatea le diera una tumba, son indicios de que no eran solo pobres lo que lo rodeaban. Las tensiones de las que habla San Pablo en la primera carta a los Corintios demuestra la pluralidad de clases de la Iglesia primitiva. En Cristo la única "opción preferencial" es por los que escuchan su palabra y la practican (Lc 17,28).
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Estimado Gelfand,
ResponderBorrarEl día de hoy disiento ligeramente con usted. Del hecho de que los pobres del Nuevo Testamento no fuesen tan pobres como nuestros pobres, no se sigue que estos últimos carezcan de una cierta prioridad en lo que al Anuncio del Evangelio respecta.
Cito solo por poner un ejemplo Mateo 11, 4s: "Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis. Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio"
Pero también podría citar numerosos pasajes de los profetas o de la carta de Santiago, textos de los Padres, etc.
Es verdad que Cristo anunció su mensaje a todo el pueblo de Israel. También es verdad que el concepto bíblico de pobreza es de carácter más personal/individual que social. Para el cristiano, "el pobre" debe tener siempre nombre y apellido (como Lázaro), cosa que la teología de la liberación parece haber olvidado. Además, el concepto bíblico de pobreza tampoco se identifica siempre con las carencias materiales.
Sin embargo, negar que haya una cierta prioridad en el Anuncio del Evangelio a los pobres y marginados me parece, a priori, equivocado. Explicar el porqué tal vez me llevaría el trabajo de un libro o una tesis doctoral, pero el que la teología de la liberación haya fracasado miserablemente en demostrar este supuesto, no quiere decir que sea falso.
Le dejo un muy cordial saludo!