viernes, 25 de noviembre de 2011

El Árbol de la Vida (III)



Dicen algunos que las buenas obras de arte nunca son alegorías. Debemos entonces resistir a veces la tentación de buscarlas. Con "El árbol de la vida" es posible que suceda lo mismo que con "La fiesta de Babette". La obra en si puede que supere en mucho lo que el autor mismo quizo decir. 
Malick es, de todas formas, un cineasta complejo. Sus films plantean preguntas. "El árbol de la vida" es, de alguna manera la obra de su vida. No solo porque algunos puntos autobiográficos, sino porque es en esta obra en la que se perdió durante los 20 años que estuvo retirado. 
En un principio se llamaba "Q" (un guiño a la "fuente" evangélica?) para pasar al nombre actual. El árbol de la vida es en la Cábala una de las formas para llegar al conocimiento de Dios. Es también el título de un famoso estudio sobre los libros sapienciales de la Biblia (Job) del biblista  Roland L. Murphy.
Sin embargo, es probable que nada de esto haya sido el motivo para Malick. El juego que la obra propone es el de poner la historia de una vida (y la de una familia) dentro de toda la historia del cosmos. Allí la pregunta sobre nuestra propia existencia se transforma en una pregunta sobre la existencia misteriosa del universo. 
Algunso hablan de un Malick panteista. No me parece. La naturaleza, tan salvaje en toda la obra del cineasta tejano, no es un personaje de las historias, sino más bien un camino desde donde surgen las preguntas que el autor se plantea. El final no es un fundirse en la natura. Es un encontrarse con personas, las cuales fueron delineadas en las más de dos horas que dura la película. De hecho solo al final podemos tener una imagen completa de ellos. El conflicto entre la madre y el padre exigente con si mismo y con sus hijos, que quiere ser un "self made man" y a la vez quiere poner limites a Dios, recién llega en la segunda parte del film en la escena del conflicto familiar. La madre, que al principio hace la desgarrante pregunta "Que gana Dios con la muerte de mi hijo" pero que al final termina ofreciéndolo, solo se revela en su complejidad al final. 
El último punto que querría subrayar es la forma en que esta planteada toda la reflexión del film. Al inicio la voz de la madre cuenta que durante su formación religiosa la hablaron de dos caminos. Este planteo esta a los origenes de toda la busqueda sapiencial. Solo al final se nos revela cual es el camino de la gracia. Como bien dice Ludovicus, esta sabiduría es la de aceptar perderse en Dios y dejar todo, como único camino para reencontrar el verdadero ser. Es el camino de Jesucristo que llama a perder la vida para ganarla. 
Entonces si, al final "caeremos, lloraremos....y entenderemos todo". 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario