Hace unos quince días monseñor Rino Fisichella participó en un convenio a Roma en el llamado "proyecto cultural" de la Conferencia Episcopal Italiana. Contemporáneamente, parte de la conferencia fue publicada en L'Osservatore Romano. El artículo parece haber pasado desapercibido, lo cual dice mucho de la situación en la que se encuentra la doctrina católica. Allí Don Rino dice que "el mito antiguo no podría jamás concebir que la divinidad renunciase a su naturaleza para devenir mortal" (en italiano dice "Il mito antico non avrebbe mai potuto concepire che la divinitá rinunciase alla sua natura per divenire mortale" y en resaltado con alguna diferencia posiblemente del editor "Il mito antico non avrebbe mai potuto concepire un dio che rinuncia alla sua natura per diventare mortale giungiendo ad assumere la condizione di servo"). Cierto. Los puristas podrán decir que Fisichella solo describe la situación de las divinidades griegas y aquello que la razón puede concebir. No dice nada del pensamiento cristiano. Sin embargo, la contraposición es clara. Lo que para los antiguos era absurdo se ha cumplido con el cristianismo. Don Rino parece haberse olvidado de los cánones de los concilios cristológicos y trinitarios. Uno de la Trinidad se ha encarnado pero no ha abandonado la naturaleza divina. Uno de la Trinidad sufrió por nosotros, pero en su naturaleza humana.
Aquellos que conocen, dicen que monseñor Rino es uno de aquellos especímenes episcopales que avanzan en la carrera a partir de saber galleggiare las distintas olas que se mueven en el Vaticano.
Sin embargo, no es la primera vez que un artículo en L'Osservatore Romano lo desnuda. Hace uno dos años escribió una nota criticando a monseñor Jose Cardoso Sobrinho, obispo de Olinda y Recife, que había expuesto la doctrina católica que aquellos que colaboran con un aborto quedan excomulgados. En ese caso la sangre llegó al rio. El obispo brasileño se defendió ante Roma y, al parecer Fisichella fue eyectado de la Academia Pontificia para la Vida por la presión entre otros del hoy cardenal Elio Sgreccia.
Este vez, en cambio, parece haber pasado desapercibido. Quizás sea mejor así. Le evita a Don Rino el tener que ir a celebrar Misas Tridentinas (cosa que hizo cuando sucedió el escándalo de la Academia Pontificia para la Vida) para congraciarse con sus amigos. Pero por otra parte, es preocupante. Fisichella es el encargado de diseñar la llamada "Nueva Evangelización", es considerado un teólogo ortodoxo, futuro cardenal y era hasta hace poco el Rector de la Pontificia Universidad Lateranense, es decir la universidad del Papa. Aquí parece que lo traicionó su formación balthasariana. Una lástima.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario