viernes, 24 de junio de 2011

Nacimiento de San Juan Bautista (Sobre las solemnidades)



Hoy es la solemnidad del Nacimiento de San Juan Bautista. Para la mayoría de nosotros es una de esas fiestas de la cual hacemos memoria si tenemos algún amigo o familiar lllamado Juan. Quiero decir es una solemnidad menor, no central. En otros lugares como en España, por ejemplo, es una fiesta importante, la "noche de San Juan" de la que habla Joan Manuel Serrat en una canción. Esta diferencia me hizo reflexionar sobre las dificultades que siempre hay para trasmitir las tradiciones como algo vivo. Es un tema dificil, al que si puedo le dedicaré en exclusividad un post próximo. 
La fiesta es tan antigua que el texto del oficio de lectura que la ilustra es un sermón que le dedicó San Agustín:
LA VOZ DEL QUE CLAMA EN EL DESIERTO
 
La Iglesia celebra el nacimiento de Juan como algo sagrado, y él es el único de los santos cuyo nacimiento se festeja; celebramos el nacimiento de Juan y el de Cristo. Ello no deja de tener su significado, y, si nuestras explicaciones no alcanzaran a estar a la altura de misterio tan elevado, no hemos de perdonar esfuerzo para profundizarlo y sacar provecho de él.
 
Juan nace de una anciana estéril; Cristo, de una jovencita virgen. El futuro padre de Juan no cree el anuncio de su nacimiento y se queda mudo; la Virgen cree el del nacimiento de Cristo y lo concibe por la fe. Esto es, en resumen, lo que intentaremos penetrar y analizar; y, si el poco tiempo y las pocas facultades de que disponemos no nos permiten llegar hasta las profundidades de este misterio tan grande, mejor os adoctrinará aquel que habla en vuestro interior, aun en ausencia nuestra, aquel que es el objeto de vuestros piadosos pensamientos, aquel que habéis recibido en vuestro corazón y del cual habéis sido hechos templo.
 
Juan viene a ser como la línea divisoria entre los dos Testamentos, el antiguo y el nuevo. Así lo atestigua el mismo Señor, cuando dice: La ley y los profetas llegan hasta Juan. Por tanto, él es como la personificación de lo antiguo y el anuncio de lo nuevo. Porque personifica lo antiguo, nace de padres ancianos; porque personifica lo nuevo, es declarado profeta en el seno de su madre. Aún no ha nacido y, al venir la Virgen María, salta de gozo en las entrañas de su madre. Con ello queda ya señalada su misión, aun antes de nacer; queda demostrado de quién es precursor, antes de que él lo vea. Estas cosas pertenecen al orden de lo divino y sobrepasan la capacidad de la humana pequeñez. Finalmente, nace, se le impone el nombre, queda expedita la lengua de su padre. Estos acontecimientos hay que entenderlos con toda la fuerza de su significado.
 
Zacarías calla y pierde el habla hasta que nace Juan, el precursor del Señor, y abre su boca. Este silencio de Zacarías significaba que, antes de la predicación de Cristo, el sentido de las profecías estaba en cierto modo latente, oculto, encerrado. Con el advenimiento de aquel a quien se referían estas profecías, todo se hace claro. El hecho de que en el nacimiento de Juan se abre la boca de Zacarías tiene el mismo significado que el rasgarse el velo al morir Cristo en la cruz. Si Juan se hubiera anunciado a sí mismo, la boca de Zacarías habría continuado muda. Si se desata su lengua es porque ha nacido aquel que es la voz; en efecto, cuando Juan cumplía ya su misión de anunciar al Señor, le dijeron: Dinos quién eres. Y él respondió: Yo soy la voz del que clama en el desierto. Juan era la voz; pero el Señor era la Palabra que existía ya al comienzo de las cosas. Juan era una voz pasajera, Cristo la Palabra eterna desde el principio.

Y su arraigo popular era tan fuerte que Lutero hizo que se mantuviera en el año litúrgico de la Reforma. Gracias a eso J.S.Bach le tuvo que dedicar 3 cantatas. De una de ellas, la catalogada como BWV 7 llamada "A las aguas del Jordán llegó Cristo Nuestro Señor", pertenece este coro inicial.


Dice Julio Sanchez Reyes en su comentario a las cantatas bachianas que "En el coro, la voz del tenor presenta una melodía de coral escrita por J. Walther, que el resto de los cantantes rodea de contra-melodías independientes. Esta parte vocal está engastada en un cuadro instrumental de gran poder sugestivo. Al describir las aguas del río Jordán que impetuosamente se abren camino por entre las gargantas rocosas, Bach crea una obra maestra de pintura sonora. Dice Albert Schweitzer que "no es sorprendente que Bach aprovechara la ocasión para describir el movimiento de las olas del un río, pero sí lo es el significado que dio a tal descripción: el músico vio las olas grandes y pequeñas, las olas tranquilas trastornadas por las rápidas y comprendió que este ritmo tan monótono en apariencia era como el resultado de una inaccesible diversidad de ritmos en perpetuo cambio". Por eso llega, con entera naturalidad, a representar las agitadas olas del Jordán por medio de una serie de temas diversos que se producen simultáneamente. El movimiento de las olas es pues, para Bach, comparable a ese "ritmo de las estaciones y remoljno de los mundos" de que nos habla André Marcel."

2 comentarios:

  1. Esta diferencia me hizo reflexionar sobre las dificultades que siempre hay para trasmitir las tradiciones como algo vivo. Es un tema dificil, al que si puedo le dedicaré en exclusividad un post próximo.

    Estoy de acuerdo, pero este caso, el de la Solemnidad de S. Juan Bautista, se debió a la negligencia y, luego, al abandono de las autoridades eclesiásticas. Hasta fines del siglo XIX, era una fiesta muy celebrada en toda la Argentina, aún lo sigue siendo en algunas localidades. Pero más tarde, ya en el siglo XX, se hicieron algunos "acomodos" en el calendario litúrgico para evitar "problemas" con el gobierno. A algo de esto se refirió Castellani en uno de sus primeros escritos polémicos, a fines del '30 o comienzos del '40, donde veía que mientras las autoridades civiles sembraban el calendario de festividades "laicas", las eclesiásticas iban recortando la lista de solemnidades y fiestas de guardar o trasladándolas al domingo siguiente (en el mejor de los casos).

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  2. Es verdad lo que dice Coronel. Yo estoy, en principio, en contra de trasladar cualquier solemnidad al domingo. Creo igual que en este caso, es posible que la tradición no fuera lo suficientemente fuerte. De hecho la fecha no se cambió. Fue "desapareciendo" sola.

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