viernes, 15 de marzo de 2013

Francisco

Estamos tratando de recuperarnos del golpe de knock-out que significó escuchar primero el nombre "Georgius Marius" y ver después al cardenal Bergoglio (ya Francisco) salir vestido vestido de blanco a la Loggia di San Pedro. Y a partir de las noticias que se van filtrando tratar de entender que sucedió y que se puede esperar.
Como dije en un blog amigo, mi fuerte no son los pronósticos. En este blog puse seis candidatos. El mio sabía que no tenía chances. Fue un juego, para yo mismo conocerlos un poco más. Al final, aquel que salió, ya lo conocia. Ironías divinas. 
Por ahora, sabemos que el cardenal Bergoglio fue siempre el candidato más votado, al parecer con el apoyo de los cardenales del "tercer mundo", y los de la curia, bertonianos y sodanianos. Los grandes electores que señalaron al argentino estaban dentro y fuera del cónclave. Dentro algunos señalan a Abril y Castelló (ex-nuncio en Argentina y hoy cardenal de Santa María la Mayor, el primer lugar que visitó Francisco), y al cardenal Re. 
Las buenas relaciones entre Re y Bergoglio no tienen nada de extrañas. Son amigos y de hecho los 10 años del bresciano como Prefecto de la Congregación de Obispos, fueron la época dorada de Bergoglio al frente del episcopado. La llegada de Ouellet hizo perder influencia al cardenal y ganarla al nuncio Adriano Bernardini. 
También Bertone aportó sus votos para bloquear a Scola y a Bagnasco dos de sus grandes enemigos. A Scola no le perdona que le haya sugerido a Benedicto XVI su reemplazo como Secretario de Estado. A Bagnasco su poca docilidad después que lo ungiera como presidente de la CEI. 
Desde fuera lo habrían hecho el cardenal Martino (quien apoyó a Bergoglia ya en el 2005), Sodano y el propio Ruini. La intención de los italianos habría sido claramente bloquear la llegada de Angelo Scola. Al parecer el obispo de Milán tiene muchísimos enemigos. No solo entre los anti-CyL, sino incluso dentro de CyL. El clamoro error de la secretaria de la CEI desnuda las intrigas italianas. 
La candidatura de Scherer siempre me parecio un globo de ensayo para no mostrar las cartas. Y de hecho, al parecer nunca tuvo verdadeas chances. Bergoglio finalmente se alzó con la mayoría muy pronto. Alcanzó 90 votos. Un cifra nada despreciable que no se puede atribuir a una sola corriente. 
Ahora bien, ¿que hay detrás de la llegada del papa Francisco? ¿Un acuerdo escondido entre supuestos enemigos? ¿Un intento de bloquear a Scola eligiendo un papa mayor, con prestigio, al que quizás creen influenciable debido a su peronalidad introvertida y a su avanzada edad? ¿Han alargado la transición? ¿Estan queriendo limpiar la curia? ¿Solo hubo una comunión de intereses sin una finalidad concreta? 
Será importante saber interpretar los próximos movimientos. 

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