jueves, 15 de abril de 2021

Lectura espiritual


Mosaico de San Máximo en el monasterio de Néa Moní, Isla de Quios, Grecia.

¿Cómo es posible la oración incesante? Cuando cantamos los salmos, cuando leemos, cuando servimos al prójimo es muy fácil que la mente divague detrás de pensamientos e imágenes. 

Y sin embargo la Escritura nada prescribe que sea imposible. Lo mismo San Pablo cantaba los salmos, leía, daba su servicio apostólico y no por eso rezaba menos. 

Oración incesante significa tener la mente siempre dirigida hacia Dios con gran amor, tener viva la esperanza en Él, tener confianza en Él en todo lo que hagamos y en todo lo que nos suceda. 

Es el comportamiento que tenía el Apóstol cuando escribió: ¿Que nos separará del amor de Cristo? ¿Quizás la tribulación? ¿La angustia? ¿La persecución? ¿El hambre? ¿La desnudez? ¿Los peligros? Ni la muerte, ni la vida, ni cualquier creatura nos podrá separar del amor de Dios que está en Jesucristo. 

Gracias a esta disposición del alma, Pablo rezaba incesantemente. En todo aquello que hacía y en todo lo que le sucedía, él tenía viva la esperanza en Dios. 

Y como él todos los santos, para poder alcanzar el amor de Dios se alegraron de las propias tribulaciones. 

Es por eso que el Apóstol mismo escribió: Muy gustosamente me glorio de mis debilidades para que habite en mi la potencia de Cristo. Cuando soy débil es entonces que soy fuerte. 

San Máximo el Confesor. Libro ascético 25.


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